Custodiado por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional , policías extranjeros como guardias personales y posiblemente con un chip injertado, el Secretario de Seguridad Pública, Rafael Lomelí Martínez afirmó en Palacio de Gobierno: “no renuncio”. De esta forma, el Secretario quién recientemente sufrió un atentado en donde perdieron la vida dos de sus escoltas, puso fin a los rumores de su supuesta salida.
Abordado a su llegada a Palacio, el funcionario rechazó los rumores sobre su renuncia pero acepto haber reforzado su seguridad personal que, entre otros pudiera contar con un sistema de localización injertada en su cuerpo pues así lo delató el audio viciado en las grabadoras de los reporteros que estuvieron en la entrevista.
Sobre su relevo, en su momento, fue el Secretario General de Gobierno, Morelos Canseco Gómez, intentó acallar las voces que aseguraban que Lomelí ya tenía su renuncia firmada.
En su primera entrevista casi 15 días después del ataque, el Secretario de Seguridad Pública aseguró que aún y con el riesgo no se va, pero si se encomienda a Dios y a un reforzado equipo de seguridad personal.
“No hay rumor ni salida, aquí sigo aquí continua yo firme pero sigo trabajando”, dijo a los reporteros.
Agregó que pese al recrudecimiento de la inseguridad no hay cambios significativos en la estrategia de seguridad pública en el Estado.
Confirmó lo evidente sobre el reforzamiento a su custodia personal al expresar que todo funcionario que tiene tareas delicadas corre riesgos.
“Reforzamiento en mi seguridad pues ya lo saben los que trabajamos en esto estamos expuestos a esto y seguimos trabajando”, precisó.
Finalmente indicó que se encomienda a Dios, pues precisó “claro que creo, ¿si no creyera en Dios imagínense?”, puntualizó.
Por: Claudia Zapata