Un enfermo terminal acudió al zoológico donde trabajaba para despedirse de sus amados animales, las jirafas lo reconocieron y una de ellas le dio un «beso de despedida»; fue un momento «mágico».
Mario, de 54 años de edad, trabajaba en el Zoológico Diergaarde Blijdorp de Róterdam; cuidaba de los animales y le brindaba su amistad, hasta que fue diagnosticado con cáncer terminal.
Como uno de sus últimos deseos, Mario pidió a la administración del zoológico que le permitieran entrar a sus instalaciones con todo y su cama de hospital para poder despedirse de sus amigos animales.
El zoo no dudo en cumplir el deseo del hombre que siempre trabajó comprometido y con amor. Cuando Mario llegó al lugar donde viven las jirafas tuvo lugar una escena francamente conmovedora, una de las jirafas se le acercó e inclinó su enorme cuello para darle un tierno «beso de despedida».
Según Kees Veldboer, de la Ambulance Wish Foundation, quien ayudó en la transportación de Mario hasta el zoológico, las jirafas reconocieron a su amigo y de inmediato se dieron cuenta que «algo no andaba bien con él».
Fue un bello momento, Mario se fue del zoológico con una sonrisa y la esperanza de que deja un buen legado en el mundo.
La Ambulance Wish Foundation se especializa en cumplir deseos a enfermos terminales, las ambulancias en las que transporta a los pacientes tienen amplias ventanas horizontales para que los enfermos puedan ver el mundo mientras viajan en ellas.
[La Patilla]