Fue el choque entre la improvisación y lo dramático, lo natural, los estudios, la picardía mexicana y la tradición rusa: Mario Moreno y Shilinsky
Ambos, en el set cinematográfico de la película Cantinflas, que en esta ocasión se convirtió en una vieja carpa de los treinta, intentando montar un número.
El personaje del llamado Mimo de México (Óscar Jaenada) no se puede grabar los diálogos.
«Tu memorizas los textos y yo no, yo improviso y tu no, ¿cómo le hacemos», reclama.
Entonces Shilinsky (Luis Gerardo Méndez) intenta llegar a un acuerdo y acepta que su compañero, improvise por completo.
«Bueno si no jala nos olvidamos de ser pareja y seguimos igual», contesta.
El ejercicio se realiza y entre dientes, el también actor ruso dice que puede funcionar.
«Es una escena importante, se ve el contrapunto entre ellos«, señala Méndez (Nosotros los nobles), durante un receso del rodaje, que lleva una semana ocupando el foro 7 de los Estudios Churubusco.
«El talento de Mario era ser fresco en un momento en que la actuación se había anquilosado.
«Shilinsky era un comediante rudo, con formacion impecable y de pronto se topaba con este tipo natural, que además era su cuñado», recalca el histrión.
[El Universal]