La Selección Mexicana entendió a consciencia que iba el partido ante Dinamarca: como un mero ensayo. Un deslucido empate de 1-1 significó el inicio de la actividad en el 2013, que deberá servir como pronóstico de lo que presentará Jamaica, el primer rival en el Hexagonal de Eliminatoria Mundialista el próximo miércoles en el Estadio Azteca.

Resguardados bajo once llaves en su territorio, los escandinavos poco inquietaron en el área mexicana y más bien incomodaron en todo momento. Todas esas características deberán ser las del cuadro caribeño la próxima semana.

Sin espacios, los de José Manuel de la Torre se excedieron en los toques ofensivos, carecieron de inventiva, así como de tino en los pocos disparos que intentaron desde fuera del área.

Los pocos chispazos se originaron en la banda derecha con Javier Aquino, quien al minuto 16’ obligó a una estirada máxima del arquero danés, aunque Ángel Reyna casi provocó un autogol a la media hora de juego.

Esas fueron prácticamente todas las emociones en la primera mitad, donde el público gozó más por la ola y consumió energías en meras expectativas de gol.

Al menos, la fiesta en la grada estuvo por encima del espectáculo en la cancha, ya que el inmueble se llenó en casi tres cuartas partes, sólo con una tribuna lateral cerrada en el último piso.

Después de que Jesús Corona se aburrió en el arco durante la primera mitad, Saucedo ingresó al complemento, sin ser requerido. Sólo sufrió un momento de angustia, pues al 65’ hubo doble regalo: el “Maza” perdió un balón en la salida pero el disparo de Michael Silberbauer ni siquiera fue al arco.

También con Marco Fabián ya en la cancha en lugar de Oribe Peralta, Aquino volvió a ser el revulsivo al provocar un penal al minuto 66’, cuando el zaguero Mikkel Kirkeskov prácticamente tacleó al nuevo jugador del Villarreal al entrar al área.

Fabián cobró con potencia y marcó el 1-0 para confirmar que ante este tipo de rivales el espectáculo suele reducirse a goles circunstanciales o desde los 11 pasos.

Porque así fue también la manera como Dinamarca empató al 83’, cuando Andreas Cornelius concretó un penal por una falta de Jorge Torres Nilo sobre Silberbauer.

Si bien enfrentará a un rival con características similares el próximo miércoles, la Selección Mexicana deberá mostrar una faceta distinta y no sólo en el funcionamiento sino también en la alineación.

A diferencia de hoy, cuando pareció Selección Olímpica con incrustaciones de Tri Mayor, el miércoles próximo deberá suceder lo inverso. En ello estarán las esperanzas de un triunfo en el arranque de la Eliminatoria, si es que de algo sirvió este ensayo.

[MEDIOTIEMPO]