Yurem Rojas, siempre riendo y de muy buen humor, hizo un viaje en la memoria para contar sobre sus inicios en la industria del espectáculo
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Yurem Rojas
“Empecé en este negocio por accidente, literalmente. Yo era un niño clavadista y ya entrenaba a competir a los cinco años. Tuve una caída de un trampolín de tres metros porque me distraje cuando ví a un equipo de water polo y pensé que eran marcianos, lo malo fue que no caí al agua y me lastimé las cervicales”, relata el joven de 22 años.
Ahí, postrado en su cama, el chico tomó una decisión: “estuve en el hospital encamado tres meses y lo único que hacía era ver televisión, ahí fue donde se me ocurrió entrar a hacer algo ahí y mi mamá me secundó, ella ya no quería que me arriesgara en los clavados”.
Otra casualidad lo llevó a la pantalla chica. “Recuerdo haber ido a la televisora a un programa, cuando me vieron me preguntaron si yo iba a la audición y yo les contesté que sí para que me dejaran pasar. Cuando entré al foro me preguntaron mi nombre, me pidieron que bailara y cantara y lo hice, entonces me quedé entre los elegidos para la telenovela Serafín y de ahí a la fecha, con estira y afloja, he conseguido trabajar en el medio”.
Estar en la pantalla chica nunca alejó a Yurén de sus estudios.
“Para mi era un juego más, entre las tomas recuerdo muchos tiempos de espera y los aprovechaba para estar estudiando para la escuela y los exámenes porque esa era la condición que me imponían para seguir en la actuación, salí con 9.8 de promedio de calificación en la primaria”, asegura el cantante, presentador y ahora reportero para de Hoy.
“Tuve la fortuna de ser invitado y ahora salgo a reportear, cosa que es algo totalmente nuevo para mí, me gusta la interacción con las personas pero ahí voy aprendiendo”, señala el conductor.
[El Universal]