Finalmente la esposa tenía razón. Vicente Matías Vuoso resolvió un partido en el que el conformismo de Miguel Herrera estuvo a punto de echarlo a perder, pero finalmente América derrotó 2-1 a unos Pumas con pocos argumentos futbolísticos y mucho corazón.
Era el minuto 86 y el empate tenía dos caras, la de la derrota para las Águilas y la del triunfo para los diezmados Pumas, aunque hacía falta el último acto. Luis Fuentes perdió la pelota en una salida y dejó mal parada a la defensa ante un pase filtrado que Vuoso recibió para fusilar a Palacios y poner el 2-1 en favor del América.
Los primeros minutos fueron azulcremas. «Rolfi» Montenegro dio el primer aviso en el amanecer del partido con un tiro desviado.
Instantes después la decisión táctica del «Piojo» Herrera al mandar a «Chema» Cárdenas por el sector izquierdo en lugar de Miguel Layún rindió frutos, luego de una buena triangulación del volante zurdo que fue derribado en el área por José Antonio García para que el árbitro sancionara la pena máxima.
Benítez tomó el esférico y con un cobro fuerte y al centro reflejó lo sucedido en esos ocho primeros minutos de juego.
Pumas despertó y se sacudió el nerviosísmo inicial además del dominio azulcrema, aunque Christian Benítez tuvo oportunidad de ampliar el marcador con un potente disparo desde fuera del área que obligó al «Pikolín II» a manotear el balón para evitar el segundo tanto azulcrema.
Entonces el partido entró en un letargo con un América que nuevamente se conformó y con un Pumas que no encontraba los argumentos para reaccionar, convirtiendo el partido en algo intrascendente.
Fue en la recta final del primer tiempo cuando las peripecias de ambos porteros regresaron algo de emoción. Primero Palacios, quien pasó apuros para atajar una pelota y luego Muñoz, quien se encontró una pelota tras un desvío de Fuentes y ya en el suelo alcanzó a despejar con las piernas.
Llegó el segundo tiempo y con él, la más grande expresión del conformismo. América intentó poner hielo a un partido que distaba mucho de estar resuelto, mientras que Pumas buscaba esa oportunidad más con el corazón que con futbol.
La estrategia americanista pasó factura como si se tratara más de un castigo a la pobre propuesta azulcrema que un premio a lo hecho por los universitarios. Al 55′ Martín Bravo ingresó al área sin balón a espera de que le regresaran la pared que había comenzado, pero Erick Pimentel decidió interrumpir su curso y Jorge Antonio Pérez no dudó en señalar el penal.
Casi todo el Azteca explotó, pues hubo un hombre que mantuvo la tranquilidad y la sangre fría. Juan Carlos Cacho tiró el penal de forma suave y delicada a la izquierda de Muñoz, quien se venció a la derecha para el 1-1.
Herrera quiso recomponer el planteamiento mandando a Jiménez a la cancha en lugar de un desaparecido Christian Bermúdez y estuvo cerca de lograrlo, pues en la jugada posterior al empate, el canterano azulcrema tuvo un mano a mano con el portero Palacios que no supo definir y terminó por estrellas el balón en el guardameta.
Fue entonces cuando vino la expulsión y el cambio que definieron el encuentro. Vicente Matías Vuoso ingresó como la última carta del «Piojo» para instantes después ver la expulsión de José Antonio García al recibir la segunda amarilla.
Pumas sigue sin ganar en la capital desde la Fecha 2 cuando derrotó a Monarcas y América, a través del resultado, recompuso algo del orgullo que en el último torneo había perdido, aunque la forma y el espectáculo prometido siguen siendo cuestionables.
[MEDIOTIEMPO]