En 1884, Londres se convertiría en la ciudad sede del reloj oficial del mundo gracias a su observatorio del meridiano de Greenwich y forjaría un hábito nacional: la puntualidad, quinta esencia del carácter británico. Hoy, a tan sólo 100 días del inicio de los Juegos Olímpicos Londres 2012, la capital marcha contrarreloj para llegar a tiempo a la inauguración.
El comité organizador -dirigido por Sebastian Coe, doble Campeón mundial de atletismo- lleva un plan de acción que refleja valores intrínsecos de los Juegos como tolerancia y equidad además de mostrarse afín a las grandes preocupaciones contemporáneas: Londres 2012 será una olimpiada verde, tan sólo unos ejemplos son los 100 ductos de luz natural en el Estadio Copper Box que aminoran la necesidad de luz eléctrica o el agua de las albercas del Aquatics Center -diseñado por la arquitecta Zaha Hadid- que es reutilizada en los sanitarios.
Será también una olimpiada segura, 13 mil tropas, dos buques de guerra y otros tantos aviones de combate franquearán la ciudad durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. No olvidemos que el 7 de julio de 2005, a tan sólo un día de que Londres ganara la candidatura, cinco bombas suicidas acabaron con la vida de 52 personas y que, en promedio, un londinense es captado por una cámara cerca de 300 veces al día.
El equipo organizador también exalta el “verdadero espíritu británico” con unos Juegos que serán: Justos, el 98 por ciento de las compañías con las que firmó contratos son nacionales y un 65 por ciento son pequeñas y medianas empresas.
Ordenados, 800 mil personas, que equivaldrían a la población entera de una ciudad como San Luis Potosí, utilizarán a diario el mejorado transporte público.
Precavidos, el icónico London Eye girará cinco veces más rápido de lo habitual para aligerar conglomeraciones en sitios turísticos. El recorrido tomará tan solo seis minutos.
Musicales, se rumora que leyendas como los Rolling Stones o Sir Paul McCartney serán parte de las ceremonias en vivo.
La crítica, otro aspecto fundamental del temperamento británico, no se hace esperar. En los últimos años, cada hogar ha contribuido con impuestos equivalentes a $7.60 pesos semanales para hacer las olimpiadas realidad, sin embargo, más de 250 mil residentes registrados no consiguieron boletos. Por su parte, la Unión de Músicos manifestó su inconformidad al conocer que en un país de gran reputación por sus conciertos y festivales en vivo, se utilizarán grabaciones en los espectáculos de apertura y clausura.
Sin contar está el movimiento anticapitalista de los indignados o que las rutas de acceso al flamante Parque Olímpico fueron desviadas del London Waste EcoPark que, situado a pocos kilómetros, es un incinerador de residuos apodado por Greenpeace como “La fábrica de cáncer de Londres”.
Controversia aparte, el tiempo sigue su curso y los ojos del mundo, ahora puestos en el reloj “observatorio” de Trafalgar Square, aguardan a que éste marque ceros el próximo 27 de julio.
[MEDIOTIEMPO]