2012
Tamaulipas se encuentra en el lugar número 25, en el ranking de calificación a sistemas penitenciarios a nivel nacional, según un reporte emitido por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Se ubica en ese sitio con una puntuación de 5.88, solo encima de Nuevo León, Quintana Roo, Coahuila, Oaxaca, Guerrero, Tabasco y Nayarit. Este estudio y análisis, se llevó en base a trabajos realizados en los Centros de Ejecución de Sanciones de Matamoros y Nuevo Laredo, así como el Centro de Reinserción Social en Reynosa.El contexto, marca estas acciones como permanentes en medio de las visitas periódicas realizadas a los centros federales de reclusión, en todo el país, como parte del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura, generando un Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP).
Los indicadores que se marcan en el estudio, sin cinco rubros, y se divide garantizar la integridad física y moral del interno; una estancia digna; cuestiones referentes a las condiciones de gobernabilidad de los centros; encaminados a la reinserción social del interno, punto en específico en el que se toca temas como el respeto a los derechos humanos, el trabajo, la capacitación para el mismo, la educación, la salud y el deporte; y la atención a grupos.
Dicho DNSP, efectuado durante el año 2011, tuvo un muestreo en 100 centros penitenciarios, de diverso esquema, tanto varoniles, mixtos y de mujeres, representando una población total de 161, 823 internos, lo que significa un 75.10 % de la población total penitenciaria.
En el caso mayor, el único estado que se centró dentro de las calificaciones superiores fue Aguascalientes, con 8.47 puntos.
Para Tamaulipas, en los Centros de Ejecuciones de Sanciones (Cedes) de Nuevo Laredo y Matamoros, el análisis es muy similar entre ellos.
El primero con mil 222 internos, de los mil 300 de capacidad, obteniendo un 5.78 de calificación, mientras que el segundo Cedes, tiene 5.9, con mil 326 internos, de los mil 400 de cupo total, según el informe de la CNDH.
Los inmuebles presentaron problemas de hacinamiento, deficiencias en servicios de prevención de salud, separación de personas de diferente sexo, falta de atención, instalaciones deficientes.
También se carece de personal suficiente, autogobierno y cogobierno, se denuncia la presencia de actividades ilícitas, además del cobro para utilizar servicios o privilegios al interior.
En el tema de rehabilitación, no se llevan controles adecuados ni separación adecuada de los tipos de reclusos, tampoco existen programas de reinserción.
En el último punto, se resalta que no hay, para ninguno de los sectores sociales clasificados como vulnerables, (mujeres, personas de la tercera edad, discapacitados, personas portadores con VIH/SIDA, indígenas y de otras preferencias sexuales) ningún programa, esquema, registro o atención especializada que sea adecuada a las condiciones de la reclusión.
En el centro penitenciario de Reynosa, a diferencia de estos, se añade que existe una sobre población, ya que la capacidad del penal es de mil 100 personas, y al momento de la visita se tenían mil 738, según el informe de la CNDH, que le otorga 5.97 de calificación.
[Milenio]
