Más de 300 trabajadores del Ayuntamiento de Altamira fueron cesados por el alcalde Pedro Carrillo Estada, como castigo por la derrota que sufrió el PRI en el proceso electoral federal.

Pedro Carrillo

Una de las ex empleadas, Xochitl Rangel Vega, que acudió a Palacio de Gobierno en busca del apoyo del Secretario General de Gobierno, expuso que el edil altamirense reprochó a los trabajadores del municipio el no haber puesto empeño a la campaña del ex candidato por el VII distrito, Sergio Posadas y sin más los destituyó.

La mujer que dijo haber laborado por 30 años como auxiliar administrativo del municipio con un sueldo mensual 10 mil pesos, denunció la prepotencia y falta de sensibilidad de Carrillo Estrada al despedir a 300 empleados más, cuyos salarios variaban de los mil 600 a los 10 mil pesos.

Recordó que desde que comenzaron las campañas, el alcalde sentenció a todos sus colaboradores a trabajar a favor del PRI con la consigna de que si perdía el partido los despediría a todos.

“En reuniones que hizo en los diferentes departamentos del municipio nos dio indicaciones que teníamos que trabajar para el PRI si no nos corría a todos y esta quincena nos la hizo efectiva”, expresó.

Asimismo dijo que por ser este acto una injusticia, Xochitl Rangel pidió la intervención del Gobierno de Tamaulipas pues por más que los ex empleados suplicaron al alcalde de Altamira que no les quitara su trabajo éste no los escuchó.

Por: Claudia Zapata