Levanta ambas manos en dirección al cielo. Los dedos índices apuntan a lo más alto. Recorre el camino al medio campo entre abrazos y felicitaciones de sus compañeros. Miguel Sabah, en su regreso al Guadalajara, se estrena como goleador y pone el 1-1 ante Toluca que salva el debut de Benjamín Galindo en la banca.
Ya sin el proyecto holandés, Chivas inicia una nueva etapa. Son tiempos de cambio en los que se busca rescatar la identidad rojiblanca con actos como el retiro del número 8 de Chava Reyes, que se realiza en una ceremonia previa al duelo de este domingo.
El inicio del encuentro fue complicado para el Rebaño Sagrado. No tanto por el apremio que pudiera provocar el rival, sino por la dificultad que lleva implícita un cambio de técnico tan repentino como el que ha sufrido el cuadro rojiblanco previo a este duelo de la Jornada 1.
De entrada, el Guadalajara debe adaptarse a una idea futbolística futbolística. El equipo se ha olvidado del 4-3-3 y se para en la cancha del Estadio Omnilife con un 4-4-2 en el que Marco Fabián juega atrás de Miguel Sabah, quien se convierte en el único referente en punta.
Quizá por eso, al Rebaño Sagrado le cuesta trabajo construir. La primera aproximación es producto de un accidente: Toluca pierde la pelota en la salida y Jesús Sánchez enfila solo rumbo al área, pero apenas entra cuando decide disparar, flojo y sin dirección, para que Alfredo Talavera controle con facilidad, al minuto 4.
El funcionamiento del Guadalajara se encuentra en etapa de adaptación. Sergio “Cherokee” Pérez, como lateral derecho, tiene como misión principal el atacar. Sube constantemente, pero sin ofrecer claridad a la ofensiva tapatía.
En el medio campo, Luis Ernesto Pérez retoma la función que lo ha hecho brillar en el futbol mexicano: es ahora un contención clavado, sólo acompañado por Jorge “Chatón” Enríquez, quien goza de mayor libertar para botarse de la posición y agregarse al frente.
La idea se dibuja con claridad sobre el campo, pero el desempeño dista de ser ideal. El Rebaño Sagrado sufre para crear peligro. Es incapaz en la primera parte de exigir verdaderamente al arquero visitante.
En la recta final de la parte inicial, Marco Fabián intenta en un par de ocasiones. Le sobra actitud, pero le falta fortuna. Primero, dispara desde afuera del área, con fuerza pero a las manos de Talavera, al ’33; poco después, al ’45, toma un rebote como viene, con potencia, pero de nuevo a la colocación del arquero visitante.
Las emociones parecen reservadas para la segunda parte. Édgar Benítez pisa el área por el costado izquierdo. Saca un zurdazo a primer poste. Luis Michel está atento y tapa el balón, al ’52, con solvencia para salvar al Guadalajara.
Seis minutos más tarde, Chivas responde con más ímpetu que idea. Héctor Reynoso conduce un contragolpe. Abandona la zaga central y recorre el terreno de juego con el balón controlado. Al acercarse al área, no encuentra compañeros en mejor posición. Opta por el disparo desviado. Gana aplausos de la tribuna.
En la recta final, el encuentro parece destinado al 0-0. Pero ninguna historia puede acabar antes de leer la última página. Édgar Benítez controla por la banda izquierda. Da un vistazo al área. El centro es templado. La marca, deficiente. Lucas Silva mide el viaje del esférico. Remata como viene. Lo manda al fondo. Gol del Toluca, al ‘83.
Una vez más, ese engañoso juego de las apariencias futbolísticas: Chivas parece condenado a la derrota. Sergio “Cherokee” Pérez piensa lo contrario. Se incorpora al ataque por la derecha. Centra para Érick Torres. “El Cubo” recibe de espalda al marco, con dificultad. La pelota se le alarga.
“El Cubo” alcanza a puntear para atrás. Miguel Sabah también está en posición incómoda. Pero como puede, le mete la pierna derecha al balón, que recorre el glorioso camino a las redes y hace estallar a los 28 mil aficionados en las tribunas de la casa rojiblanca. El 1-1 definitivo llega al ’85.
El héroe que salva a Chivas en su debut se convierte en villano apenas unos instantes después: se va expulsado al ’90, cuando el árbitro Fabricio Morales marca una agresión, ya en el suelo tras disputar una pelota por alto en medio campo, sobre Édgar Dueñas.
Así, el Guadalajara arranca el Torneo Clausura 2013 con un empate. El proyecto holandés ya se ha ido. Los cambios han llegado en racimo, pero el resultado es el mismo: Chivas no tiene el protagonismo que su historia exige.
[Central Deportiva]