El contenido según el comediante, eran los residuos del extinto líder de Corea del Norte Kim Jong Il.
Con su vestuario extravagante, Sacha Baron Cohen le dio el tono humorístico a la alfombra roja de los Oscar el domingo, pero a costa del esmoquin del presentador de E! Ryan Seacrest.
En un principio la academia le retiró la invitación a Baron Cohen, pero al final se le permitió asistir a la ceremonia vestido como la parodia de Moammar Gadafi que interpreta en su próxima película, «The Dictator». Como era de esperarse, el actor llevó a la gala su característica comedia y métodos para atraer la atención.
Pero todo fue a costa de Seacrest.
Acompañado por dos chicas guapas, el actor dijo en broma que llevaba las cenizas del fallecido líder de Corea del Norte Kim Jong Il, cuyo rostro aparecía en el contenedor.
En una entrevista con Seacrest, dijo que el sueño de Jong Il era que «lo esparcieran sobre la alfombra roja y sobre el pecho de Halle Berry». Después, en un momento en el que Seacrest se agachó, volteó las cenizas sobre él.
Seacrest lució sorprendido mientras trataba de quitarse el polvo de encima, aunque no muy alterado, ya que es un veterano en los Oscar. La gente a su alrededor se veía más alterada.
Mientras que varios agentes de seguridad se llevaban a Baron Cohen, Seacrest trató de ir a un corte comercial, pero sus colegas de E! le sacaron provecho al incidente, que en pocos minutos pasó a ser uno de los temas más comentados en Twitter, donde la gente pareció disfrutar la irrupción al decoro en la ceremonia.
«Todo puede suceder y definitivamente ocurrió sobre mis solapas», dijo Seacrest.
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