La segunda edición anual del Festival People, contó con la actuación de Alejandro Fernández y un cierre de Prince Royce
La víspera de su cumpleaños número 56, Gloria Estefan celebró el sábado a lo grande con un espectacular concierto de 90 minutos en el Alamodome de San Antonio.
Es la segunda edición anual del Festival People en Español que, producido por su esposo Emilio Estefan Jr., también contó con una sólida actuación de Alejandro Fernández y un cierre de Prince Royce.
Si la primera edición del festival en 2012 tuvo momentos brillantes sobre el escenario y una pobre presencia de los fanáticos en las butacas, este año estuvo cerca de ser exactamente al revés.
Al principio del show ya se notaba que la concurrencia sería mucho mayor (al final de la noche, por lo menos el 75-80% de los 11 mil asientos estaban ocupados, a diferencia de la mitad el año anterior), pero si bien Carla Mauri y Jencarlos Canela podrían haber cantado en vivo, era claro que sus músicos simulaban tocar cuando en realidad lo que sonaban eran pistas. Esto fue prácticamente confirmado por Mauri y Canela.
«En partes (tocamos en vivo)», dijo Canela a The Associated Press cuando se dirigía a la sala de prensa luego de su actuación. «Hubo partes que no, pero la mayor parte sí».
«Eh. sí (la banda tocó en vivo)», dijo una sorprendida Mauri a la AP luego de su actuación. «Yo creo que sí. No sé. Yo estaba en mi propia onda».
Fue un sorpresivo inicio para un festival con alto presupuesto que venía precedido de un alto nivel de producción el año anterior y que este año, con la presencia de Estefan como productor, prometía aún más.
Pero todas las deudas del inicio fueron saldadas por una Gloria Estefan magistral, tan magistral como sus 12 músicos y tres coristas, todos tocando y cantando en vivo. Como si Emilio se hubiese guardado todo su arsenal para su esposa (y, luego, Alejandro Fernández), a partir de los compases de «Rhythm is Gonna Get You», Gloria y los suyos dieron inicio a otra noche que ofreció, ahora sí, todo lo que el festival prometía.
No hubo lugar para las baladas: Gloria entregó un frenético recorrido por su repertorio más bailable de todos los tiempos. En lugar de promocionar su nuevo álbum («The Standards», sus versiones del cancionero pop americano que saldrá a la venta el 10 de septiembre), prefirió mirar atrás y dar lo mejor de sí de todas las épocas, incluyendo una fantástica versión de «Mi Tierra» que enganchó con la sección montuna de «Oye Mi Canto» y regresó a «Mi Tierra», a modo de impredecible suite.
Los momentos más emotivos de su set ocurrieron cuando amigos y famosos la saludaron por su cumpleaños con mensajes en video proyectados en una pantalla sobre el escenario, y cuando llamó a su hija Emily, quien está a punto de ingresar a la prestigiosa Escuela Berklee de Música en Boston, Massachusetts.
«Es la mejor música de toda la familia», dijo Estefan, quien no exageró. Emily toca varios instrumentos y demostró su habilidad con un veloz y complicado solo de guitarra eléctrica mientras su madre, a su lado, le dedicaba «Everlasting Love».
Seguidamente, la banda empezó a tocar los acordes de «Birthday», de los Beatles, y a los pocos minutos ingresaron al escenario su sobrina Lili Estefan y Raúl De Molina (del programa «El Gordo y La Flaca», de Univisión, quienes oficiaron como conductores del festival), Monique Manso y Armando Correa, publisher y editor de People En Español, respectivamente, y la atmósfera festiva fue abruptamente interrumpida por un homenaje que tuvo mucho de marketing, ya que Correa proclamó a la revista como «la voz más confiable de la cultura hispana en Estados Unidos».
Pero todo pronto volvió a su cauce. El pequeño mariachi mexicano-estadounidense Sebastien de la Cruz, 10 (quien se hiciera famoso cantando el Himno Nacional de Estados Unidos antes de un juego de los Spurs de San Antonio), le dio una serenata a Estefan: le cantó «Esclavo y amo», de Pepe Aguilar, y luego lideró las mañanitas junto a todo el Alamodome.
Estefan finalmente cerró su brillante actuación con «Conga», y la noche había quedado a salvo luego de un comienzo lamentable.
A Alejandro Fernández le tocó la difícil tarea de cantar inmediatamente después de un show casi perfecto de Estefan, pero «El Potrillo» no desentonó. Aunque al final de su concierto de casi dos horas mucha gente ya se había ido (eran cerca de la 1 de la mañana, y el festival había empezado a las 7 de la tarde), el hijo de Vicente Fernández arrancó con temas de su nuevo disco, «Confidencias», luciendo un impecable traje negro y una banda muchos más jazzera y funk que de costumbre (¿a lo Luis Miguel?), pero con casi dos horas de show no había manera de que no hiciera un set de rancheras. Por lo tanto, durante una parte instrumental dejó el escenario y, cuando regresó, lucía su traje de charro. Terminó su set enloqueciendo al público y muchos se pararon para irse a casa.
Pero faltaba el invitado sorpresa.
El escenario giratorio (qué sólo se usó con los nombres más importantes de la noche) dio vuelta y apareció el neoyorquino Prince Royce, quien está en el número uno de las ventas latinas de Billboard con su tema «Darte un beso», el primer sencillo de su disco «Soy el mismo», a lanzarse el 8 de octubre.
Además de «Darte un beso», Royce hizo un potpurrí con sus más grandes éxitos y dejó el escenario en menos de 15 minutos, cuando más de la mitad del público ya se había ido. Fue un festival demasiado largo y desparejo, con una primera mitad pobrísima y una segunda parte de primer nivel.
El festival continúa el domingo con Grupo Treo, Chris Pérez Project, Noel Torres, Kat Dahlia, Frankie J, Demi Lovato, Wisin & Yandel, 3BalllMTY y una actuación especial auspiciada por la cadena de tiendas Target.
[Milenio]