Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Un español líder de una secta religiosa en México, que se presenta como la reencarnación de Cristo, es investigado tras haber sido denunciado por supuestamente obligar a menores a participar en actos sexuales, informaron el miércoles autoridades locales. El pasado fin de semana, autoridades migratorias y policiales irrumpieron en la sede de la secta Defensores de Cristo en Nuevo Laredo, Tamaulipas, para detener a 24 integrantes de la secta, 14 extranjeros -entre ellos el líder español Ignacio González de Arriba, y 10 mexicanos. El español es acusado de «promover prácticas sexuales ilícitas en las que obligaban a menores a participar», informó a la AFP una fuente de la fiscalía de Tamaulipas, donde se localiza Nuevo Laredo.
Los líderes del culto, informó otra fuente allegada a las investigaciones, también están siendo investigados por la fiscalía general por tráfico de personas.
Entre los 24 detenidos se cuentan seis españoles, dos brasileños, dos bolivianos, dos venezolanos, un argentino y un ecuatoriano, según el Instituto de Migración mexicano, que señala al venezolano José Arenas Losanger como jefe del culto.
Sin embargo, la Red de Apoyo para Víctimas de Sectas, que presentó una denuncia contra este grupo el año pasado, aseguró que González Arriba es el líder.
Según Myrna García, de la Red, los seguidores eran adoctrinados viendo durante horas videos del líder, las mujeres eran reducidas a «esclavas sexuales» y los hombres eran alentados a tener varias esposas.
Una mujer de 40 años que fue víctima de esta secta y que pidió permanecer en el anonimato por temor a represalias, dijo a la AFP que los dejaban sin comer como forma de castigo y que luego los obligaban a comer «órganos de animales vivos, tripas, corazones, hígados«.
Asegura además que las mujeres eran obligadas a participar en orgías y a buscar prostitutas para el líder, quien habitaba una casa llena de imágenes de Jesús y la virgen María.
«Decía que era el mismo Cristo. La psicosis era tan terrible que creía todo eso. Pero pensé que ‘Cristo no podía ser una persona tan cruel‘. Le gritaba a la gente, la forzaba a prostituirse», relata la mujer.
Asegura además que González Arriba estaba contra la higiene y podía estar varios días sin bañarse.
Las autoridades también investigan a la secta por obligar a pagar diversas cantidades de dinero en forma de «diezmo» (limosna).
[Prensa]