Deportes

Cuenta el mito que todo lo tocado por sus manos mutaba en oro. Monarca de la mitología griega que se hartó del don que le fue regalado… pero que El Rey Midas del futbol mexicano anhela mantener para afrontar el reto más importante en su carrera.

La mirada de Víctor Manuel Vucetich asoma felicidad, también presión. Basta ponerse la chamarra verde para terminar de dimensionar la misión que afronta desde ayer: recuperar a un Tricolor en agonía.

“Ojalá que la ‘papa caliente’ se convierta en ‘papa de oro’… Eso sería fantástico para nosotros, pero lo que debemos hacer es trabajar, no cometer errores”, sentencia el nuevo director técnico nacional. “Hay que hacer un perfecto chequeo de todos los jugadores, necesidades y observación completa de los equipos rivales”.

El problema es que no tiene tiempo. Dentro de 28 días se presentará ante Panamá, en el Estadio Azteca. Cotejo que debe ganar sí o sí.

Dará a conocer una lista, sólo con hombres del medio local, la próxima semana. Hay que trabajar sin poses ni condiciones. Adelanta que sólo llamará a quienes muestren deseos.

“No se trata de mano dura sino de tomar decisiones, y los que tengan el compromiso, estén capacitados al 100% para hacer un rendimiento adecuado, tendrán que ser convocados”, aclara.

“Los que no tengan esta situación… Aquí no importa la jerarquía de un futbolista, sino el balompié mexicano, México, y nadie puede estar por encima de eso”.

Mensaje en el que incluye a Carlos Vela y a Guillermo Ochoa.

“Tendremos que hablar con ellos. Primero hay que saber cuál es su postura”, recuerda. “Hoy, la Selección requiere de gente que esté en su mejor momento y quiera participar, porque aquí no puede haber una división”.

Campeón de Liga con cuatro clubes (León, UAG, Pachuca y Monterrey), además de Copa con los Tigres y el Cruz Azul, por lo que se le llama Rey Midas, detecta fragilidad mental en un grupo, presa de sus temores.

“Lo que se tiene que trabajar mucho ahorita es el aspecto sicológico, la confianza, autoestima, es algo vital. De ahí partimos hacia lo demás”, subraya. “Hay jugadores jóvenes, talentosos, por lo que se debe explotar eso, que no se queden con esa calidad, que la saquen…”.

“A final de cuentas, en dos encuentros [Panamá y Costa Rica] nos jugamos todo. Bien vale la pena dar el máximo esfuerzo, el sacrificio que deban hacer en lo personal… Trabajar con un solo objetivo: que México gane”.

Él también se juega su contrato, supeditado a obtener el boleto. Si lo logra, además de un bono, será muy probable que dirija en la XX Copa del Mundo… Y abrirá la puerta de la continuidad. Si fracasa: adiós.

“Sabemos que hay cierta complejidad, pero en esto del futbol, todo se puede. Debemos ganar los seis puntos”, presume. “Pase lo que pase, ese es nuestro compromiso”.

“Posteriormente, si ganas el primer encuentro, tienes gran posibilidad de estar en la siguiente ronda, la repesca contra Nueva Zelanda”.

Ya sea por esa vía, o con una milagrosa clasificación directa, comprobará que el mito es realidad.

[Central Deportiva]