El monstruo del Cuscatlán no devoró al Tri, que dio un nuevo golpe de credibilidad al derrotar 1-2 a una Selección de El Salvador que quiso ganar con el estadio y no tanto con su oncena.
Sin ofrecer un futbol brillante, gracias al aporte de sus elementos defensivos y con Javier Hernández en su versión menos amenazante, la Selección Mexicana estiró ventajas en la punta del Grupo B, donde llegó a 6 puntos y se permitió ganar nuevamente en esta plaza, algo que no sucedía desde 1997.
«La Selecta» fue un torbellino al arranque, pero el Tri le aplicó hielo al partido con base en el toque para ganar seguridad, asentarse en la cancha y demostrar que no todo era frenetismo local.
Pablo Barrera casi destroza los corazones salvadoreños, pero en el mano a mano contra el arquero, la defensa alcanzó a desviarle el disparo en la primera clara del partido al 19′.
A los verdes no les costó tanto imponer su ritmo porque mientras en las gradas todo era insolencia y bolsas de agua lanzadas al visitante, en la cancha «La Selecta» se llenaba de respeto, con 10 hombres para defender cuando México tocaba desde abajo.
El partido entraba en un punto de inflexión, pero al Tri le faltaba la última dosis de temperamento, evidente sobre todo en actitudes como la de “Chicharito”, siempre superado en jugadas divididas y a años luz de manifestarse con las agallas de la Premier.
Un remate de Ramón Sánchez en el área chica a las manos de Corona provocó una regañiza del «Chepo» a Barrera, a partir de lo cual el DT se quitó el saco y se arremangó la camisa como para aportar la actitud que faltaba entre sus pupilos.
Por ello resultaba vital la reiteración de Jesús Corona como titular, el jugador que, gracias a sus proclividad a la violencia en situaciones límite, sería el último en achicarse.
Así lo demostró con una gran atajada al 37′, luego de que Héctor Moreno desvió un disparo de Rafael Burgos que casi termina en gol.
Ya en el complemento, Jesús Zavala provocó un inusitado y sepulcral silencio con el 0-1 al minuto 60, para el que definió en mano a mano tras pase filtrado del «Maza» Rodríguez.
Dejar en fuera de lugar a los mexicanos había sido la llave para secar al «Chicharito» y compañía, hasta que se combinaron un contención y un defensa.
Sin embargo, el Cuscatlán explotó 5 minutos después con el empate en tiro libre de Alfredo Pacheco, cuyo tiro quiso adivinar Corona y se quedó corto en el lance, como para provocar nuevamente una disyuntiva. Él o Guillermo Ochoa.
Aunque el tanto sirvió de envión anímico a los locales, que intentaron revolucionar con el ingreso del emblemático Eliseo Quintanilla, el duelo fue resuelto por Héctor Moreno, con un cabezazo a trompicones frente al arquero al 81′.
Después de 22 días de concentración, la Selección volverá a reunirse en agosto para un amistoso contra EUA en el Azteca y en septiembre para reanudar la Eliminatoria frente a Costa Rica.
[MEDIOTIEMPO]