Desde hace algunos años, el mercado europeo ha volteado alfutbol mexicano, y con la conquista de la medalla de oro en los pasados Juegos Olímpicos de Londres, muchos de estos jugadores, más que nunca, interesan a las potencias que en el mercado invernal sacarán su billetera para gastar el aguinaldo.
Mas si los equipos del viejo continente quieren hacerse de las piernas de los jugadores nacionales, deben pagar lo que valen. “Está muy bien que (los equipos europeos) se interesen por los jugadores mexicanos, pero los equipos que venden, o sus agentes, deben interesarse en que nuestros jugadores vayan por pedido del técnico, con algo seguro, no sólo a experimentar y, sobre todo, que les paguen bien, lo que valen”, menciona el mexicano Gerardo Olvera, quien es agente avalado por la FIFA.
Por Marco Fabián, de las Chivas Rayadas de Guadalajara, han preguntado equipos alemanes como el Wolfsburg; por Diego Reyes, de las Águilas del América, el Benfica de Portugal levantó la mano; a Oribe Peralta el Espanyol de Barcelona trató de endulzarle el oído, al igual que a Hugo Ayala de los Tigres, y Javier Aquino de Cruz Azul ha interesado al Udinese de la Liga italiana.
Si no llegan a salir, no será por falta de interés de los jugadores, “ya que (los futbolistas mexicanos) dejaron de sentirse cómodos en el mercado nacional”, agrega Olvera, sino porque los interesados no hacen una oferta lo debidamente seria, para que la maquinaria de dólares comience a moverse.
De estos jugadores, el mejor tasado según el sitio web Transfermarkt, es Fabián, quien para el mercado cuesta 9.1 millones de dólares, coincidencia o destino, pero es el mismo precio por el que Javier Hernández, también de las Chivas, fue vendido al Manchester United en 2010.
Detrás de Fabián vienen Reyes y Peralta, que tienen un valor de 5.1 millones de billetes verdes. Hugo Ayala se encuentra tasado en 2.5 millones, en tanto que Aquino alcanza los 2.2 millones de dólares.
En este momento, los jugadores mexicanos que militan en Europa son El Chicharito Javier Hernández en el ManU, Giovani Dos Santos en el Mallorca de España, Jonathan Dos Santos en el Barcelona, Guillermo Ochoa en el Ajaccio de Francia, Carlos Vela en la Real Sociedad, Andrés Guardado en el Valencia, Héctor Moreno en el Espanyol de Barcelona, Ulises Dávila y Aníbal Zurdo en el Sabadell de la Segunda división española, y Francisco Javier Rodríguez en el Stuttgart de Alemania.
La mayoría de estos futbolistas se fueron del futbol mexicano, recuerda Olvera, “con algo ya establecido. En lo que se debe de trabajar es en que el técnico del equipo al que lleguen, los quiera, y que no lleguen únicamente como relleno. Que a los jugadores mexicanos no les suceda como a muchos argentinos, que los llevan a Europa con muchas promesas y a la hora buena, los dejan tirados”.
En México esa historia no es ajena. Recientemente los campeones del mundo en 2005, Jorge Hernández, ahora en Tijuana, y Efraín Juárez, hoy en el América, se fueron al viejo continente siguiendo el sueño y a un promotor que los dejó en el Barbate FC, un club regional de España. De igual forma le sucedió a Carlos Salcido, quien a su llegada a Holanda fue prácticamente tirado por el promotor.
“No hay que llevar por llevar a los jugadores, a que experimenten, sobre todo los que ya están consagrados. Escucho a muchas empresas [promotoras de jugadores] decir que llevaron a un jugador… ¿Cómo? Pienso que el jugador es el que se lleva solo. Tú sólo eres un conducto y ya”.
A últimas fechas, muchos futbolistas mexicanos han ido al viejo continente en busca de fortuna, pero no todos llegan al final del arcoiris. Olvera pide que extiendan sus horizontes: “Quizá en Sudamérica, o China, donde el futbol crece. Sí, no vas a llegar ganando lo de Europa o lo de México, pero si trabajas duro serás estrella, y ganarás lo que sea”.
Lo importante es que al mexicano “le paguen lo que vale, y no se vaya a regalar”.
[Central Deportiva]