Un británico despertó un día completamente convencido de que no estaba vivo, sino que era un zombi, aunque consciente de que estaba respirando, informa el diario ‘The Telegraph’.
El hombre, del que solo ha trascendido que se llama Graham, ha sido diagnosticado con una extraña enfermedad mental denominada Síndrome de Cotard, también conocida como ‘síndrome del cadáver caminante’, que hace que la gente crea que está muerta o que se ha convertido en zombi.
Tras años de depresión profunda, Graham trató de suicidarse introduciendo un aparato eléctrico encendido en la bañera con él dentro. No murió pero desde entonces insistía en que su cerebro «estaba muerto».
«Perdí el sentido del olfato y del gusto. No tenía sentido comer porque estaba muerto. Era una pérdida de tiempo hablar, ya que nunca tenía nada que decir», describía Graham en un artículo publicado en la revista ‘New Scientist’, llegando incluso a querer instalarse en el cementerio ya que «sentía que tenía que estar allí. Era lo más cerca que podía estar de la muerte».
El caso de Graham parece ser extremo, pues, según Steven Laureys, de la Universidad de Lieja, Bélgica, que, junto con otros científicos investigó su caso, tras 15 años estudiando este tipo de enfermedad «nunca he visto a nadie que estuviera de pie, que estuviera interactuando con la gente, con un resultado tan anormal en la exploración. La función del cerebro de Graham se asemeja a la de una persona durante la anestesia o el sueño».
Según los expertos, el Síndrome de Cotard es una de las enfermedades más raras del mundo, que afecta solo a unos pocos cientos de personas y que imposibilita recuperar por completo todas las facultades mentales.
[Actualidad RT]