Tras su recaída en la drogas, el actor advirtió de su muerte. También regresó a un grupo de ayuda para alcohólicos
El actor Philip Seymour Hoffman habría recaído a su adicción a la heroína seis semanas antes de su deceso, el pasado 2 de febrero, además de advertir de su muerte.
Amigos de Seymour Hoffman comentaron que en diciembre pasado el artista lucía sucio y desaliñado, y que confesó que se estaba inyectando heroína, de acuerdo con el portal.
«Si no me detengo, voy a morir», fueron las palabras del ganador del Oscar a uno de sus amigos, dio a conocer al portal.
Informó el portal que el intérprete de Truman Capote volvió a un grupo de ayuda para alcohólicos para intentar rehabilitarse, pero no tuvo éxito. En este grupo el actor impartió pláticas motivacionales y era considerado un ejemplo.
Philip Seymour Hoffman se había ido de casa tres meses antes de morir y se mudó a un apartamento a tres manzanas distante a petición de Mimi O’Donnell, su pareja y madre de sus hijos, que no quería que los menores vieran a su padre adicto a la heroína, Según informa The New York Post.
Hoffman reconoció que había estado limpio durante 23 años, después de que a los 22 dejó el alcohol y los narcóticos tras un momento de pánico, según admitió en una entrevista con un programa de la cadena televisiva CBS
El cadáver del artista fue encontrado en el baño de su vivienda con una aguja aún colgando del brazo, según aseguraron fuentes policiales al diario New York Post, que señala que los investigadores encontraron heroína en la estancia y 50 dosis de esta droga.
El guionista David Katz fue quien encontró el cuerpo de Hoffman y alertó a los servicios de emergencia poco antes del mediodía hora local (17:00 GMT), de acuerdo a fuentes policiales al diario The Wall Street Journal.
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