La escudería alemana volvió a arrasar en Mónaco, pero para ellos no es lo de menos el creciente pleito entre sus pilotos Rosberg y Hamilton
Parece que la mamá se ha cansado de ver a sus hijos pelear. Mercedes está dispuesto a poner orden sobre sus pilotos si se pasan de la raya, a pesar de llevar una temporada perfecta hasta ahora en una lucha cada vez más intensa por el título mundial de la Fórmula 1.
Después de un Grand Prix de Mónaco marcado por el enfriamiento de las relaciones entre los compañeros de equipo Lewis Hamilton y Nico Rosberg, el director ejecutivo de Mercedes, Toto Wol[1], dijo que las tensiones entre los dos pilotos se mantendrán bajo control.
«Creo que probablemente están explorando cuál es el límite y cuáles son las consecuencias», dijo el austriaco a los periodistas después de que Rosberg interrumpiese la racha de cuatro victorias consecutivas de Hamilton para conseguir su segundo triunfo de la temporada. «¿No es eso normal? Tienes la oportunidad de ganar el campeonato y mientras que no sea perjudicial para el espíritu del equipo, mientras no esté en peligro, manejaremos la situación como hasta ahora», declaró.
«En el momento en el que esto vaya en una dirección que creamos perjudicial para el espíritu de Mercedes Benz actuaremos consecuentemente», agregó.
La victoria de Rosberg se produjo después de un sábado repleto de controversia, luego de que Hamilton sugirió que el alemán había jugado sucio al detenerse en medio de la pista en los últimos segundos de la ronda de clasificación para impedirle la pole.
“Mientras no sea perjudicial para el espíritu del equipo manejaremos la situación como hasta ahora”
TOTO WOLFF, director ejecutivo de Mercedes
No hay una carrera en la que sea más importante el primer puesto en la parrilla que en Mónaco, en donde los pilotos tienen más difícil adelantar en las calles estrechas y sinuosas, y la victoria permitió a Rosberg recuperar el liderato del campeonato. Hamilton había logrado ser líder en España y Rosberg necesitaba frenar el ímpetu que estaba acumulando el campeón del mundo del 2008 en una temporada en la que Mercedes juega en una liga propia, y en que ha ganado todas las carreras y conseguido todas las posiciones de honor.
SIGUEN TUMBANDO CAÑA
No obstante la preocupante fricción entre Hamilton y Rosberg no hay nadie más contento que los altos mandos del constructor alemán que al momento están acaparando todo el serial Fórmula 1 al ganar las seis carreras disputadas y dejando al cuatro veces monarca Sebastian Vettel con un palmo de narices.
El presidente de Mercedes Benz, Dieter Zetsche, encapsula la indefensión en la que se encuentran el resto de los equipos: «A mí no me aburre que el mismo equipo haya ganado todo hasta ahora». Vettel, quien arrasó en las pasadas cuatro campañas, y el año pasado a esta altura ya contaba con dos victorias, solo ha podido rescatar un tercer lugar (en Malasia), está a 73 puntos de Lewis Hamilton (el segundo lugar del campeonato) y abandonó el trazado de Mónaco en la vuelta cinco cuando tuvo problemas con el turbo.
«Me siento impotente en este auto», declaró Vettel tras la carrera. Un sentimiento que probablemente compartan también el resto de las escuderías que no han dado con el secreto de los ingenieros de Mercedes para sacarle el máximo rendimiento a los motores V6.
Y a menos que algo espectacular ocurra esa tendencia de un Mercedes aplastante continuará repitiéndose cada fecha del calendario según múltiples analistas, pues la ventaja que tiene el constructor en potencia es de un segundo cada vuelta. Por lo tanto el duelo entre Hamilton y Rosberg parece ser la única competencia que el aficionado al deporte automotor presenciará en 2014, al menos claro, que los demás respondan a esa auténtica declaración de guerra de los germanos de Mercedes.
[La Afición]