La primera ronda de la postemporada fue un auténtico festín de suspenso, emoción y finales nunca antes vistos, donde ocho juegos se fueron a tiempo extra, 23 encuentros se decidieron por cinco puntos o menos; 15 de ellos por tres tantos, además de jugadas de antología que serán recordadas por los aficionados durante mucho tiempo
Un récord de ocho tiempos extra, cinco series a un partido definitivo, 23 encuentros decididos por cinco puntos o menos, un «ridículo» triple con foul y cuenta de Kevin Durant para mandar el Juego 2 a tiempo extra, un bloqueo de último segundo de Paul Pierce de Brooklyn que le pone a Miami al último rival que quería encontrar en segunda ronda y un histórico tiro de Damian Lillard con nueve décimas de segundo para darle nocaut técnico a los Rockets. Súmese todo y ya estamos en terrenos legendarios en cuanto a los playoffs de la NBA.
La mejor primera ronda en la historia en efecto. Con dos series en que los número ocho empujaron a los sembrados número uno a las últimas instancias y Memphis, un número siete que nadie quería toparse llevando a Oklahoma City a un partido definitorio.
Tan solo la serie entre el Thunder de Oklahoma City y los Grizzlies de Memphis tuvo un récord de cuatro tiempos extra en partidos consecutivos, hasta que la dupla de Kevin Durant y Russell Westbrook respondió en el juego seis, de visita, devolviendo a la realidad a los perseverantes Grizzlies, recordando su hazaña de 2011, cuando batieron en seis partidos a los Spurs de San Antonio, la quinta vez en la historia que un número ocho dio cuenta de un primer sembrado.
Esta trepidante saga superó el drama de fase inicial de 2009 entre Celtics y Bulls, que tuvo que recurrir a tres tiempos extra y ganó Boston 4-3. También es un monumento a los ajustes, ya que cuando el coach Scott Brooks decidió poner en el cuadro titular a Caron Butler en lugar de a Thabo Sefolosha y jugar con Reggie Jackson como movedor liberando a Westbrook para anotar, lograron resolver el rompecabezas de los Grizzlies.
Para muchos la sorpresa mayúscula es la caída de Chicago en cinco partidos ante los Wizards de Washington, quienes los limitaron a 90 puntos por juego. Era la serie más engañosa, con los de la Ciudad Capital blandiendo la experiencia de un campeonato de Trevor Ariza y John Wall decidido a hacer una impresión estilo Dwyane Wade en 2006; además con un Nené volviendo a ser el mejor delantero de poder del Este en solo tres partidos. Chicago, que llegó como el peor equipo ofensivo no pudo hacer nada para detener a Washington, que de repente suena como un rival muy probable de Miami en la Final del Este.
Porque Miami demostró en el Juego 3 de su serie contra Charlotte que ya está en modo postemporada, listo para derribar a quien se le ponga enfrente rumbo a su tercer título al hilo. El Heat despedazó a la cuarta mejor defensiva del torneo a ritmo de 101.8 tantos por encuentro y recuperó de pronto el estatus de favorito para ganar todo.
En realidad era esperado que los dos feudos entre Rockets de Houston, Blazers de Portland y Warriors de Golden State y Clippers de Los Ángeles fueran reñidas batallas que se fueran a sus últimas.
Los Rockets trataron de apabullar a los Trail Blazers con su ofensiva, la segunda mejor, pero dos noches consecutivas de 46 y 43 puntos del delantero LaMarcus Aldridge y 25.5 tantos por partido de Lillard; además de ese fantástico disparo de tres para evitar un séptimo partido en la duela de los Rockets, cambiaron el libreto.
Mientras la riña de callejón de Clippers y Warriors es ya una rivalidad de años por venir y por ello no sorprende que los angelinos se hayan desangrado para sobrevivir a los Guerreros.
Y LAS SORPRESAS
El que los Hawks de Atlanta le hayan puesto tal presión a Indiana no parece tanto una sorpresa como una confirmación. En los primeros meses de competencia los Hawks fueron el tercer registro de la conferencia y solo las lesiones de hombres clave fueron culpables de que acabaran calificando como el único registro perdedor.
Los Pacers se reinventaron para ganar esa serie en el séptimo partido el sábado, impusieron su presencia en la pintura para forzar el definitivo en su duela y ahí Roy Hibbert por fi n reaccionó terminando con Atlanta de una manera fría para ganar su pase al duelo contra Washington.
Otra serie que llegó al límite fue la de Spurs y Mavericks. Parece casi injusto que le hayan negado un final digno a esa saga de antología que incluyó un triple con 1.7 segundos de Vince Carter para ganar el Juego 3. El domingo San Antonio lució como el mejor equipo de la NBA y cercenó su cáncer de una forma escalofriante preparándonos para una batalla sin cuartel contra Portland, que arranca hoy por la noche.
Finalmente Toronto fue arruinado por un bloqueo de último segundo de Pierce condenándolos a tres fracasos en la primera ronda y poniendo el mantel para una serie contra el Heat de Miami. Los Nets fueron el único conjunto que derrotó cuatro veces al bicampeón, por lo que se espera la madre de todas las batallas a partir de esta noche.
Ante la evidencia de la primera ronda, la segunda promete ser guerra de atrición en donde hasta Miami, el equipo más contundente al momento, podría comenzar a ver su propia suerte.
[La Aficion]