Un abuelo chino construyó una réplica, pero en una versión más pequeña, de un Lamborghini para nada más y nada menos que su nieto.
El motivo de su construcción fue para llevar a su pequeño nieto a la escuela. Con 820 dólares de inversión y 6 meses de arduo trabajo, el orgulloso granjero chino mostró el producto final ante la alegría de su nieto.
El auto cuenta con cinco baterías y puede llegar a los 60 kilómetros por hora, espejos retrovisores, además de un equipo de sonido con entrada USB y Micro SD.
«Sé muy poco sobre la fabricación de automóviles, pero lo pude hacer para llevar y recoger a mi nieto de la escuela», dijo Guo.
[NetJoven]