Jennifer es la chica del momento y, aunque lo sabe, parece no importarle. La actriz está en pleno profesional y con solo 22 años
Natural, joven y con uno de los talentos más sorprendentes de Hollywood, Jennifer Lawrence es la chica del momento, lo sabe y le saca partido.
Con la preciada estatuilla dorada en su poder por “Silver Linings Playbook”, la actriz acaba de estrenar la segunda entrega de “The Hunger Games” y tiene en cartera una larga ristra de títulos por estrenar.
Del Oscar a Katniss Everdeen
En menos de un año, Lawrence ha recorrido una de las carreras más fulgurantes de Hollywood. Si a principios de año era una joven actriz que obtenía su primer papel importante en una película independiente, y que, además, se merecía el Oscar, la actriz originaria de Kentucky acaba el año convertida en toda una estrella y protagonista del blockbuster por excelencia del año, “The Hunger Games”. Todo con solo 22 años.
Pero su precocidad le viene de mucho antes, terminó secundaria dos cursos antes de lo reglamentario y fue luego, cuando se animó a probar suerte como modelo publicitaria y después en la interpretación.
Consciente de los vaivenes de la industria, Lawrence destacó este año por su fuerte y peculiar personalidad: “Esta profesión te cambia la vida, desde luego, pero espero que no me cambie a mí, a quién soy yo como persona”, confía en declaraciones a los medios.
De hecho, lo primero que hizo con el Oscar cuando lo ganó fue meterlo en un armario. “Me hacía sentir rara cuando lo miraba y no quería que la gente lo viera cuando estaba en mi casa. No quiero estar hablando de eso”, explica la intérprete, que finalmente optó por dejar que su madre lo custodie. “Está en la casa de mis padres en Kentucky. Así ella puede sentirse especial y alardear ante los amigos”, bromea.
Una chica de Kentucky
No carente de “glamour”, Lawrence es una chica bastante normal y corriente. Donde otras artistas se dedicarían a retozar en la pompa y el brillo de Hollywood, ella cree que la meca del cine no es un lugar “apetecible”, sino todo lo contrario. De hecho, su trayectoria guarda muchas similitudes con la de Katniss Everdeen, la protagonista de la franquicia basada en la saga literaria, “The Hunger Games”.
Al igual que ella, Lawrence ha ido aprendiendo de la experiencia, y ahora la industria del entretenimiento no le atemoriza: “Ella (Everdeen) sabe cómo funciona y sabe cómo maniobrar. Es así como yo sobrevivo, no soy una rebelde completamente. Me muevo alrededor sin ofender a nadie”.
Lawrence, recuerda a la perfección el momento en que leyó el primero de los libros de Suzanne Collins, justo cuando estaba pasando por su primera temporada de premios.
“Tenía 19 años y (lo que leía) era como me sentía. Tenía que ponerme esos vestidos y estaba rodeada de personas que no sabía de lo que estaban hablando2, cuenta la intérprete.
Su aparente desarraigo con el brillo de Hollywood pareció verse en la caída que sufrió al recoger la preciada estatuilla en la ceremonia de los Oscar, ataviada con un maravilloso vestido de Dior. ¿Qué se le pasó por la cabeza en esos instantes?, le preguntaron los periodistas poco después: “Una palabrota”, dijo sincera y sonriente la actriz.
“Siempre he sido de la forma que soy. Nunca he sentido que tuviera opción a ser de otra manera”, asegura Lawrence, quien cree que su “terquedad” le ha ayudado a mantener los pies en el suelo y no dejarse arrastrar por la marea de la popularidad, ha señalado en varias ocasiones.
“Me asusta que la fama pueda cambiar mi forma de ser y mi vida personal, pero elegí ser actriz y debo estar preparada para ello”, apunta la joven.
De hecho bastante poco tienen que ver la Lawrence de los “photocall”, con su versión más íntima. “Mis amigos me dicen que, en cuanto acabo de trabajar, es como si saltase a un cubo de basura, porque termino, me meto en mi habitación, me quito toda la ropa, me lavo la cara para desmaquillarme, me despeino y el resultado es como si me metiera en un contenedor o me tirase encima un cubo de basura”.
Lawrence para rato
La actriz, vinculada sentimentalmente al también actor Nicholas Hoult, tiene unos cuantos títulos en la recámara. En 2014 se la verá por partida triple en las secuelas “Dumb and Dumber To”, “X-Men: Days of Future Past” y las dos partes de “The Hunger Games: Mockingjay”.
También tiene en cartera el drama “American Hustle”, que se estrenará este diciembre en Estados Unidos, y que ya suena para los Óscar, y todavía está pendiente de encontrar fecha “Serena”, un filme en el que vuelve a coincidir con Bradley Cooper, y en el que se pone bajo las órdenes de la realizadora danesa Susanne Bier.
“Nunca dejaré el cine independiente. Allí es donde empecé y donde terminaré mi carrera. Siempre volveré a esas pequeñas películas que me encantan. Siento que pertenezco a ese mundo”, ha explicado en varias ocasiones la joven actriz, protagonista de títulos como “Like Crazy” (2011), “The Beaver” (2011) o “Winter’s Bone” (2010), por la que también fue nominada al Oscar.
[Vanguardia]