Hoy se estrena en nuestro país la segunda entrega de El hobbit: La desolación de Smaug
Mas allá de cuidar los impresionantes efectos especiales alrededor de Smaug, el dragón protagonista de El hobbit: La desolación de Smaug (cuya voz corre a cargo de el multifacético Benedict Cumberbatch), o elaborar impresionantes secuencias de acción, la preocupación principal de Peter Jackson al ocupar la silla de director es la reacción del público, su diversión y asombro.
«Todo está dirigido a la audiencia. Al final del día lo único que le importa es como se van a sentir los espectadores al ver la película. Él te dirige diciendo «aquí quiero que la gente sienta esto», y así va traduciendo la historia», dijo el actor Richard Armitage, quien de una manera magistral y única da vida a Thorin Oakenshield, el líder de la comunidad de enanos en esa epoca que van a reclamar la tierra de Erebor, que se encuentra bajo el dominio del dragón Smaug.
Por su parte Benedict Cumberbatch, quien da voz y movimientos (gracias a las sofisticadas técnicas de motion capture) al temible dragón, agradece que Jackson sea un tipo amable que «no te hace sentir ridículo cuando tienes que moverte como una serpiente», y reafirma que el realizador es su más duro juez.
«Él es la mejor audiencia para la película, estamos hablando de un maestro del cine y nadie va a ser más exigente que él mismo. Es un gusto trabajar para alguien así», compartió Cumberbatch, que este año estuvo involucrado en las cintas Star Trek, 12 years a Slave, August: Osage County por supuesto en The fifth state, donde dio vida a Julian Assange.
Evangeline Lilly se agrega al elenco en esta entrega (después de ser reconocida por su participación en la serie Lost), y ahora da vida a la elfo Tauriel. Además de confesar que se robó un par de piedras que formaban parte de la utilería del filme, también agradeció a Jackson por el trabajo en equipo.
«No importa que tan serio es tu personaje, Peter es una de las personas más divertidas que he conocido, y él tiene cero respeto por la actuación y los actores, simplemente anda por ahí, bromea contigo, y es extraordinario. Cuando los directores te tratan como si tu trabajo fuera un arte secreto, y te hacen sentir como que lo que haces es magia, te sientes aterrado, porque piensas «Yo no hago magia», expresó la actriz.
Por último, Jackson agradeció por los halagos agregando «Obviamente yo quiero las mejores interpretaciones para mis películas. Lo que más quiero como director es un espacio libre de estrés y de tensión. Caray, sí vamos a pasar tanto tiempo en el set, que sea el mejor tiempo posible», concluyó el director.
[Milenio]