El lateral del América destacó el esfuerzo colectivo, pero también el individual, pues dijo que ha dado todo para ser uno de los futbolistas que representen a México en el Mundial de Brasil 2014
Pocos futbolistas aceptan la crítica o la toman como un trampolín; más bien, en los momentos de escarnio, la mayoría prefiere darle la espalda a las cámaras y micrófonos. Ese no es el caso de Miguel Layún, quien ha hecho todo lo contrario respecto a este tema, y aún cuando ahora se proyecta como uno de los jugadores que llegaría al Mundial de Brasil 2014, se mantiene ecuánime y siempre dispuesto a hablar.
Muchas veces Layún ha recordado el juicio en el que vivió cuando llegó a América en el 2010. Apenas jugó 300 minutos en su primer torneo, y el poco brillo que tenía provocó que lo señalaran hasta en redes sociales.
Pero de todo eso aprendió; hoy, el lateral vive en un sueño, porque aún ostenta la corona de campeón que consiguió el torneo pasado con su equipo, y porque su participación en selección desflora varios piropos.
Layún era un caos para centrar, pero el esfuerzo le alcanzó para mejorar en ese detalle. A últimas fechas, sus pases han llegado al lugar deseado y se han transformado en goles en el Tricolor, que tan herido andaba en ese rubro.
Esa fortaleza mental que ha tenido Miguel le ha dado para pensar en grande, porque aunque pocos lo creyeron, él siempre ha insistido en que algún día sería titular en selección e iría al Mundial.
«Lo comenté, y no de dientes para afuera, realmente estaba convencido que me veo en Brasil desde el transcurso del torneo; yo lo decía, si tenía una oportunidad iba a hacer todo para estar ahí».
Y claro, no baja los brazos porque él quiere ser protagonista en la justa máxima del próximo año: «No hay que apresurarnos, se han hecho bien las cosas, pero algo tengo claro, quiero estar y me estoy matando para ir a Brasil, esperemos que todo se dé».
A México le falta un capítulo para completar el pase al Mundial. Lleva una ventaja de cuatro goles ante Nueva Zelanda (con un marcador a favor de 5-1) pero aún así, Layún no canta victoria.
«Se consiguió un gran resultado, pero eso no significa que la serie esté finiquitada, hay que pensar que debemos hacer el mismo trabajo en la vuelta, hacer el mismo marcador, a buscar. Tenemos que mejorar también algunos aspectos».
Además, el entrenador Miguel Herrera ya les advirtió que el exceso de confianza no cabe en el equipo: «Nos dijo que no había que relajarnos, que había sido el primer paso, pero que faltaba dar el siguiente ahora en Nueva Zelanda».
Un detalle muy importante que intentó resaltar Layún fue el hecho de que la base de la selección sea el América, pues tienen tiempo trabajando juntos y esto ha beneficiado en el entendimiento.
«Sí ayuda el hecho de que en poco tiempo no tienes el espacio de conocer jugadores diferentes y esto nos permite trabajar con más calma, ya los compañeros nos conocemos y ellos saben cómo le gusta a uno recibir un pase, detallitos que en la cancha son muy importantes. Aunque no sólo es gente nuestra, sino también de León y todos lo han hecho muy bien».
El aspecto que más le agradó al lateral es que con el triunfo ante Nueva Zelanda se mataron muchos fantasmas del pasado, sobre todo, le dieron el gusto a la afición mexicana de ganar en el Estadio Azteca, algo que no se había dado en todo el Hexagonal.
«La gente salió muy satisfecha del Estadio Azteca, ya lo comentaba, que el público debía ver las ganas que tenemos de estar en Brasil, por ahí muchos creían que uno no quería, pero las cosas por X o Y no se habían dado, pero fue muy importante que ya se dieran las cosas».
[La Afición]