La Selección de Nueva Zelanda llegó a la Ciudad de México el lunes por la noche con un fuerte dispositivo de seguridad de cara al encuentro que sostendrán el miércoles contra el Tri en duelo correspondiente al repechaje para calificar a Brasil 2014.
Los All Whites salieron encabezados por su director técnico, Ricki Herbert y no aceptaron emitir declaraciones a los medios decomunicación que lso recibieron.
El jugador más asediado fue el mediocampista, Marco Rojas, quien se limitó a decir «lo siento», ante la insistencia de los medios, según reportó ESPN.
Con la salida de Rojas, se completó el equipo oceánico, pero la insistencia de algunos periodistas ocasionó la intervención de la Policía, lo cual causó un par de cámaras caídas y estuvo cerca de convertirse en algo peor.
El silencio de los jugadores fue acompañado de la nula presencia de seguidores mexicanos o neozelandeses.
Solamente algunos curiosos que esperaban a familiares o amigos, estuvieron presentes, pero ninguno se inmutó ante la llegada de los All Whites.
[Central Deportiva]