En un partido por la Serie D de la Liga brasileña, Tupi de Minas Gerais y Aparecidense de Goiás empataban 2-2. Iban 44 minutos del complemento, ya finalizaba el partido, y Tupi arrinconaba a su rival en busca de la clasificación: estuvo muy cerca, pero la evitó un masajista.
Es ver para creer. Un auxiliar de Aparecidense se metió al campo en plena jugada cuando vio que la pelota estaba a punto de ingresar y que su equipo iba a quedar eliminado.
Luchó en la línea de la portería con los delanteros rivales y despejó la pelota que el delantero de Tupi, Ademilson, había tirado e iba directo al gol. El árbitro, correctamente, no convalidó el gol y se armó todo un revuelo en el estadio Mário Helênio en Juiz de Fora (MG).
El salvador se llama Romildo Fonseca da Silva y es el masajista de Aparecidense. Como su equipo había empatado 1-1 en el partido de ida, en condición de local, y en ese momento igualaba 2-2 como visitante, el resultado lo clasificaba a los cuartos de final del torneo.
El partido estuvo demorado 20 minutos después de esta situación y solamente se adicionaron 5 minutos cuando se cumplió el tiempo reglamentario.
Así, al evitar el gol y mantener el empate, su equipo pasó de ronda. Pero los dirigentes del equipo mineiro iniciaron una apelación en la Confederación Brasileña de Fútbol a esta inaceptable reacción que tuvo Fonseca da Silva.
[La Patilla]