Luego de reescrituras y filmaciones adicionales, la ‘cinta de monstruos’ del reconocido actor, está conquistando la pantalla

brad pittNo hay combustible como la furia de un muerto viviente. Sólo pregúntele a Brad Pitt. Ha pasado semanas corriendo, dando vueltas al mundo, llegando a salas de cine y presentando a audiencias su mega-zombi thriller “World War Z”, estrenado recientemente en cines del país.

Luego de años “siendo llamado a películas más pequeñas e íntimas”, como “The Tree of Life” y “Killing Them Softly”, Pitt ha dado una media vuelta con “World War Z”. “Es una cinta de monstruos”, comenta, hecha para dos jóvenes fanáticos de los zombis: sus hijos mayores, Maddox, de 2 y Pax, de 9 años.

La cinta palomera llegó a los cines seis meses después de la fecha original de lanzamiento, gracias a algunas filmaciones adicionales y un final reescrito en el guión. Pero si esperabas que Pitt presumiera sobre el esfuerzo de los involucrados por finalmente lanzar este blockbuster transformado al 3D, tienes al hombre equivocado.

“Mira, estoy bastante orgulloso de esta película”, asegura en una cálida tarde de mayo en Los Ángeles, vestido todo de negro, con el cabello recogido, con esos famosos ojos azules brillando. “Lo he disfrutado bastante, especialmente los últimos seis meses, volviendo a entrar en él y arreglándolo”. Volveremos a eso más adelante. En “World War Z”, Pitt interpreta a Gerry Lane, un ex-investigador de las Naciones Unidas, confrontado por una furiosa pandemia global de zombis rabiosos. Esto es un apocalipsis por extinción y Lane se ve forzado a dejar a su esposa (Mireille Enos) y sus dos hijas, para combatir la amenaza que se multiplica cada hora.

Incluso entre zombis, Gerry Lane podría ser el personaje más identificable que Pitt ha interpretado en años: un padre fuerte como Bourne, pero justamente falible, firme como Bond, pero difícilmente igual de habilidoso. “Es alguien que tiene habilidades especiales y ha estado en zonas de guerra, y la crisis era su antecedente. Pero al mismo tiempo, es este hombre común”, explica el director Marc Forster.

“Gerry Lane”, se ríe Pitt. “Uno de los peores nombres en la historia del cine. Era apropiado. No sé por qué es apropiado. Gerry con ‘G’. Es el anti héroe de acción. Ese es un nombre para un anti héroe”. Cándida, humilde y apasionada: Pitt vacila entre estas tres palabras para describir la mutación de “World War Z”, del concepto a la pantalla. El despliegue de Pitt en el tema de zombis, comenzó en el 2006, cuando su compañía productora Plan B presentó la novela “World War Z: An Oral History of the Zombie War” de Max Brooks (hijo de Mel). La novela está narrada en pasado, a través de viñetas en primera persona, pero la cinta se aleja bruscamente, poniendo la carga en Pitt en tiempo presente.

Pitt se vio fascinado con sus temas y las consecuencias geopolíticas de la pandemia. Él y Forster trabajaron para perfeccionar cómo se verían y funcionarían sus zombis, creando monstruos inconscientes que atacan rápido, dientes primero. “Estamos lidiando con un género que ha sido bien explotado y realizado de muy buena forma”, explica Pitt. “Nosotros no somos el gore de ‘The Walking Dead’. La nuestra opera más como un thriller. Lo nuestro es bastante intenso”. Como productor, Forster llama a Pitt “inspirador para trabajar con él. Y tiene tan buen gusto, es muy talentoso… sentí que nuestras sensibilidades iban en una dirección similar”.

¿Guerra fallida?

Pero los grandes filmes atraen grande atención. En el número de junio de Vanity Fair, el rostro de Pitt está embarrado en toda la portada, bajo el encabezado “La gran apuesta de Brad”, acompañado de una historia sobre los problemas de este blockbuster: los costos de producción en espiral (“World War Z” costó 190 millones de dólares según Paramount), una completa re-filmación de 40 minutos del último acto, y preguntas sobre la relación laboral de Pitt y Forster. El artículo cita una variedad de fuentes, incluyendo a Forster, ejecutivos de Paramount y los guionistas de la cinta, pero nada de Pitt. En esta entrevista con USA Today, la única de Pitt para un periódico, él pone la historia en su lugar.

“World War Z” es “la cinta más grande que he hecho, y punto”, aclara, relajándose en su silla, con las piernas cruzadas y dando sorbos a su latte. “Es bastante bueno, ¿no crees?”, añade. “Nadie sabe de qué están hablando”. Tampoco parpadea cuando se le pide que describa el día que proyectó el contraproducente primer corte de la cinta. En su lugar, ríe. “Fue sencillamente atroz”, expresa Pitt con la chispa de un hombre recordando una saga en la que se mantiene victorioso. “Ves algunos primeros cortes y dices, ‘oh, es todo lo que quieres que sea y más’. Funciona en ciertos niveles que tú ni siquiera comprendías cuando filmabas. Tuve este sentimiento al ver ‘Moneyball’. Pero aquí fue exactamente lo opuesto”.

Pitt señala los problemas: el ritmo era disparejo, las escenas no funcionaban como debían, pero las imágenes estaban ahí para corregir eso. Más inquietante era el ‘crescendo’ que la cinta construía, hacía una sangrienta batalla zombi en Rusia, que se desviaba demasiado del enfoque inteligente del material fuente. “Nuestra suma del conjunto era un completo fracaso”, añade. “Desarrollas este sentido, supongo, con el paso de los años, y todos supimos. Simplemente no supimos cuánto olería. Y era bastante evidente”.

Hay otra mueca. “Así que esto es lo que pasa: dices ‘ugh’. Y estás debilitado por el resto del día y el día siguiente. Y entonces, después de eso, dices: ‘ok, tenemos que regresar. Tenemos que destrozar esto, y tenemos que hacer que esto funcione’”. Para comenzar la reparación, Pitt invitó al creador de “Lost” Damon Lindelof, para que viera un corte de la cinta. “Estaba muy emocionado por todo lo que vi”, comenta Lindelof, quien firmó para escribir un nuevo final con Drew Goddard. Juntos, removieron al personaje de Pitt del campo de batalla y lo hicieron volar a diferentes partes del mundo, donde un final más escalofriante e intelectualizado lo esperaba”.

El compañero de producción de Pitt, Dede Gardner llama a su trabajo de ética tremenda. “Él es la primera persona en decir, ‘sigamos adelante’. Y eso es difícil, ¿sabes? Todos tienen vidas y familias y múltiples responsabilidades. Es fácil llegar a ‘ok’, pero él no está satisfecho con ‘ok’. Lo cual creo que es una cualidad extraordinaria”.

Durante las regrabaciones, el elenco recuperó el balance. “Creo que mucho del estrés de la filmación original venía de no estar 100 por ciento confiados de que el final de la cinta fuera correcto”, comenta la actriz Mireille Enos. “Una vez que supieron que aquello era correcto, y lo habían escrito y lo estábamos haciendo, la energía fue muy divertida”. Lo que resultó fue un thriller de zombis con ayuda de efectos por computadora que acelera el corazón, lo que los críticos están abrazando con precaución, premiándolo con un 62 por ciento de críticas positivas en Metacritic.com. “Lo hicimos bien”, dice Pitt. “Eso es lo que le debíamos a la audiencia”.

[Vanguardia]