Colofón de una larga odisea por buena parte de América. Viaje que debería terminar con el dulce aroma que sólo desprende el éxito, pero la realidad es que los endurecidos semblantes se multiplican.
Veinte de los 23 jugadores convocados por José Manuel de la Torre para tres duelos en la eliminatoria mundialista y la Copa Confederaciones regresan al Distrito Federal. Para la mayoría es una simple escala, aunque significa el final de una concentración que inició hace cuatro semanas.
El objetivo era que se prolangara una más, pero la eliminación en el “mini Mundial” genera el éxodo, marcado por la insatisfacción que experimentan los futbolistas del Chepo.
“No nos fue como queríamos, por lo que debemos hacer mejor las cosas para poder ir al Mundial”, sentencia el delantero Raúl Jiménez, único integrante de la Selección Mexicana que ofrece un diagnóstico durante el sigiloso arribo. “Son cosas del futbol…”.
Gerardo Torrado, Héctor Herrera y Javier Aquino rompieron filas en Brasil. Solicitaron un permiso especial. Se espera que, durante los próximos días, se oficialice la llegada del todavía volante del Pachuca al Porto de Portugal.
El resto completa la travesía que, además del gigante sudamericano, tuvo escalas en Estados Unidos, Jamaica, Panamá y México.
Tener un panorama menos complicado en el trayecto rumbo a la XX Copa del Mundo y ubicarse entre los cuatro mejores de la Confederaciones eran las metas. Fallaron.
Con cuatro duelos por disputarse, el Tricolor es tercero en el hexagonal final de la Concacaf (ocho puntos), pero a cinco del líder Estados Unidos (13) y sólo uno más que Honduras (siete), actual cuarto sitio.
“No es lo que esperábamos, pero así es esto”, lamenta el delantero del América. “Íbamos a hacer un mejor papel… Y así son las cosas”.
Comienzan periodos vacacionales de distinta duración. El grupo volverá a reunirse la segunda semana de agosto, para alistar el juego amistoso del 14, frente a Costa de Marfil, en Nueva Jersey.
Respaldo directivo al Chepo
Pese a que el representativo nacional sólo ha ganado dos de 12 partidos jugados en el año, Jorge Alberto Hank, presidente de los Xolitzcuintles de Tijuana, solicita no olvidar que el proceso del Chepo ha arrojado dividendos, más allá del prematuro adiós en la Copa Confederaciones.
“Le ha ido muy bien el primer par de años”, recuerda el también miembro de la Asamblea de Dueños de la Federación Mexicana de Futbol. “Más que paciencia, es acordarnos de todo el proceso y saber que esto puede ser un bache, pero hay que salir lo más rápido posible”.
Lo que, desde su perspectiva, sucederá en la Copa de Oro, pese a que la Selección Mexicana la enfrentará con un plantel alternativo. Eso sí, dirigida por De la Torre.
[Central Deportiva]