Luego de Rock of Ages el actor estadounidense regresa a la pantalla grande con una nueva entrega
Tom Cruise, una de las grandes estrellas de Hollywood durante los últimos 30 años, acude al rescate de su gancho en taquilla con «Oblivion» tras el fracaso de Rock of Ages y la tibia acogida de Jack Reacher, una nueva misión en su carrera que poco tiene de «imposible» según los indicios.
El filme, que ha llegado este fin de semana a 51 países antes de que se exhiba el próximo viernes en salas estadounidenses, se prevé que recaude unos 35 millones de dólares en su estreno norteamericano, lo que daría a Cruise su mejor apertura en EEUU desde Mission: Impossible III (2006).
Oblivion, dirigida por Joseph Kosinski y protagonizada por Cruise junto a Morgan Freeman, Olga Kurylenko, Andrea Riseborough y Nikolaj Coster-Waldau, propone una ciencia ficción de altura y de factura visual imponente, con una temática que lleva al espectador a una Tierra postapocalíptica donde el héroe (Cruise) afronta un viaje de redención y descubrimiento en su lucha por salvar a la humanidad.
«Tom Cruise es la razón por la que hice esta película», dijo Freeman el pasado jueves durante un evento organizado en los estudios Universal con la prensa local de Los Ángeles.
«Llevábamos tiempo queriendo trabajar juntos. Soy un gran fan suyo. Sigo su carrera desde el comienzo. Cuando le vi en Risky Business (1983), ese momento en el que se van sus padres y se desliza por el suelo con los calcetines, ahí supe que ese chico iba a ser enorme. Creo que he visto todas sus películas y me han gustado todas. Ha nacido para hacer esto», afirmó.
Cruise se juega mucho. Su imagen asociada al éxito permanente está en entredicho, especialmente en EEUU, donde su nombre ha permanecido en el ojo del huracán durante los últimos meses tras su divorcio de Katie Holmes y algunas filtraciones relacionadas con su papel dentro del mundo de la Cienciología.
Ese periodo coincidió con la profunda decepción del musical Rock of Ages (su taquilla fue de 56 millones de dólares frente a un presupuesto de al menos 75 millones) en verano y la irregular acogida de la cinta de acción Jack Reacher (216 millones, el 63 por ciento llegados desde el extranjero) la pasada Navidad.
Esos títulos se suman además a Knight and Day (2010) y Valkyrie (2008), otros trabajos recientes de Cruise que tampoco funcionaron como se esperaba.
Pero el actor de 50 años ha tomado cartas en el asunto.
Para asegurarse de que esta vez se anota un tanto, Cruise no ha dudado en embarcarse en una maratoniana agenda de apariciones durante dos semanas por todo el globo, con paradas en alfombras rojas de destinos clave como Nueva York, Moscú, Londres, Viena, Dublín, Río, Buenos Aires, Tokio o Taipei, un calendario con énfasis en el mercado internacional que ha sido diseñado por él mismo.
«Tom es fascinante. Un profesional consumado. Y en el plató sabe hacer de todo, incluso pilotar un avión o un helicóptero. Recuerdo que un especialista quiso competir con él durante el rodaje y le echó una carrera. Era un hombre joven y estaba muy en forma, pero Tom fue más rápido. Es único. Jamás he visto algo igual», sostuvo Kurylenko.
Cruise, que desde hace años no acude a las jornadas de prensa con medios locales estadounidenses, prefiere limitar su presencia a programas televisivos. Así, en EE.UU. durante estos días desfilará por los sillones de Jimmy Kimmel, Jimmy Fallon y Jon Stewart.
También apareció en el estreno de Oblivion en Los Ángeles, aunque tras asegurarse de que algunos medios fueran vetados como es el caso de la revista The Hollywood Reporter, que publicó recientemente pasajes del libro Going Clear, de Lawrence Wright, sobre la extraña relación entre Cruise y el líder de la Cienciología, David Miscavige.
Esos textos llegaron meses después de que Vanity Fair publicara un reportaje acerca de la actriz iraní Nazanin Boniadi, exmiembro de la Cienciología, en el que se aseguraba que se presentó a una serie de audiciones para ser esposa de Cruise y que, de hecho, fue su pareja entre noviembre de 2004 y enero de 2005.
Según el artículo, la Iglesia la encontró «inadecuada» para ser la compañera sentimental del actor.
[El Universal]