El común denominador en el bajón del América es la ausencia del ofensivo argentino, quien con su lesión se llevó la pegada águila. Pareciera que la gráfica contrasta a dos equipos diferentes, pero los números son los del América antes y después de la Jornada 7. El empate contra Toluca en el Estadio Azteca, el primero de la campaña para las Águilas, fue el punto de quiebre y desde entonces los de Coapa han sido incapaces de ligar victorias. Algo pasa en América, pero mientras el despegue del principio de campeonato lo mantenga en los primeros lugares de la tabla luego de 13 jornadas, nada parece ser tan comprometedor en la Liga.
Cuando se veían los primeros síntomas del bajón, los jugadores negaron soberbia y excesos de confianza por la posición que tenían en la tabla, después vinieron los dos empates seguidos ante Monarcas y San Luis y los protagonistas descartaron problemas en el vestidor. La excusa infalible dentro del América es la falta de contundencia en un equipo que hasta el momento es la mejor ofensiva de la Liga.
Seis partidos han jugado los azulcremas antes y después del duelo contra el Toluca. En la primera tanda hilaron tres victorias antes de la caída contra el Atlas y se sobrepusieron con otro par de triunfos. El siguiente hexagonal se inauguró con la derrota ante Santos y desde entonces los resultados han sido pálidos con los empates ante San Luis y Puebla en el Azteca y otro más de visita ante Monarcas. Lo que mantiene en parsimonia el nido son las victorias en los clásicos contra Cruz Azul y Chivas.
El guión del América en el Clausura 2013 es que los yerros son circunstanciales y Molina fue el último en insistir en el tema. Además, el mediocampista águila recordó que nadie es indispensable, pero hay un común denominador en los juegos menos eficaces del América que iniciaron en el duelo ante los Diablos: la ausencia de Sambueza.
Una coincidencia desagradable para un conjunto que pregona solidez y trabajo en equipo.
Por mucho tiempo durante la gestión del PiojoHerrera (Clausura 2012- ) se diagnosticó que se tenía dependencia de Christian Benítez, pero fue hasta que el América se vio obligado a jugar sin Rubens, cuando se reveló el nombre del héroe que se mantenía anónimo. El problema es que las Águilas no han podido cubrir esa fisura.
Antes del punto de quiebre ante Toluca, donde Sambueza cumplió su primer partido de suspensión después de la expulsión ante Tijuana, Las Águilas ganaron cinco juegos y perdieron uno. Mientras que desde la suspensión del argentino y su inmediata lesión muscular crónica, América ha tenido una victoria, cuatro empates y una derrota (33 por ciento de efectividad).
Después del juego por la Jornada 7, Sambueza solo fue titular en el 3-0 ante La Máquina. Cuando el pampero está de inicio la efectividad es de 85 por ciento. Tan solo en el presente torneo, América ha ganado 18 de 21 puntos posibles cuando Rubens arranca de titular, mientras que solo ha sumado seis de 18 sin el argentino en el 11. Seguramente el mal ya ha sido diagnosticado por Herrera y su cuerpo técnico, y a reserva de que lo etiqueten como algo circunstancial o una coincidencia, aún falta encontrarle solución, no solo porque es sano no tener adicciones ni dependencias, sino porque la vuelta del argentino sigue en suspenso y aunque el crédito le ajusta para acariciar la Liguilla a falta de cuatro jornadas, en la fiesta grande no hay más soporte que el futbol.
[La Afición]