Ciudad Victoria, Tamaulipas.- La Dirección de Protección Civil del Gobierno estatal aún no sabe si la lluvia registrada éste miércoles en Ciudad Victoria apagó el incendio que devastó 25 hectáreas en la Sierra Madre.
El titular de la dependencia, Pedro Benavides Benavides, señaló que hasta la tarde, antes de que cayera la precipitación pluvial se tenía más del 75 por ciento del fuego controlado, pero por la bruma que no permitía la visibilidad se decidió ya no seguir con las labores en el sitio.
“Son 25 hectáreas dañadas en Victoria, a las 3 y media de la tarde el helicóptero tuvo que dejar de trabajar porque se llenó de bruma el cerro, a esa hora la evaluación decía que se tenía controlado el 75 por ciento, luego en la tarde se vino la lluvia y el cielo se veía muy cerrado para esa zona lo que nos hace suponer que está apagado al 100 por ciento”, dijo.
Por otro lado, dio a conocer que el incendio registrado en el ejido Alta Cima de Gómez Farías fue controlado al 100 por ciento, luego de que dañó 10 hectáreas de hojarascas y matorral, en tanto, tras las lluvias registradas la tarde noche del miércoles, se cree que el incendio en la sierra al sur de Victoria esté también sofocado en su totalidad.
En el resto del Estado, el fuego persiste en 101 hectáreas dijo funcionario, quién informó de cinco incendios activos en los municipios de Palmillas, Jaumave, Llera y González.
De los incendios activos precisó que Palmillas tiene una hectárea quemada y apenas el 50 por ciento de control; en Jaumave son 20 las hectáreas quemadas y el control es del 50 por ciento de control.
En Llera hay 30 hectáreas dañadas en el Ejido el Chicón en donde se tiene el 40 por ciento de control y en Villa de Casa, en el Ejido Eduardo Benavides son 25 hectáreas las afectadas y el avance es de un control del 50 por ciento.
Muy cerca de esa última zona, en el Ejido Torrecillas de González hay otras 25 hectáreas quemadas y un control del fuego del 50 por ciento.
Los incendios que permanecen activos, dijo que dañan principalmente predios de pastizal y se alimentan con materia seca en el suelo derivado de la prolongada sequía que vive el estado.
Por: Claudia Zapata
