Matamoros, Tamaulipas.- Mientras que la ciudadanía y el sector comercial se han manifestado en contra de la aplicación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a medicinas y alimentos, la Industria Restaurantera ve una importante oportunidad para ser competitiva ante los precios de mayoreo de los centros comerciales y los precios no grabados del comercio informal.
Pablo Reyna Quiroga, tesorero de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), resolvió lo anterior basado en la recuperación del IVA al presentar las facturas de sus compras y no aplicarlo al precio del consumidor.
El también economista, explicaba que en el caso particular de los propietarios de restaurantes, que están debidamente dados de alta en hacienda, y que por ende pagan impuestos, podrán recuperar una cantidad importante del pago del IVA, porque en sus facturas de compra ellos podrán deducirlo del que les fue cobrado por sus distribuidores de insumos.
Es decir, ahora los vendedores de mercancías cobraran el IVA que se aplica a la venta de productos comestibles, por tanto, cuando los restauranteros hagan su declaración, podrán deducirlo de impuestos, por el IVA que ya pagaron a sus distribuidores, de tal forma que ellos como vendedores de alimentos no tendrán que aplicar ese impuesto al consumidor.
“Actualmente nosotros como restauranteros no podemos recuperar IVA, porque están exentos los alimentos y las medicinas, pero una vez que ya se aplique, nosotros si podremos recuperarlo, y en vez de pagar 10 pesos por ese impuesto, vamos a pagar únicamente 2 pesos y no tendremos que elevar nuestros precios, lo cual nos va a hacer más competitivos, principalmente ante el comercio informal, que al no pagar impuestos, tendrán que aplicarle ese incremento a sus consumidores”, explicó.
Esto quiere decir que mientras los precios de los alimentos se incrementaran en los centros comerciales y mucho más en el comercio informal, los restaurantes mantendrán sus precios y se convertirán en una opción más viable de consumo, que aquellos que hoy mantienen precios relativamente económicos.
Por Enrique Chávez