No, no y no. Nery Castillo no soporta la idea de que Hugo Sánchez sea despedido del banquillo del Pachuca. El discurso del hoy atacante hidalguense se convierte en una enérgica súplica. Le provoca ira la simple suposición de que la directiva de los Tuzos contemple cesar al entrenador que le dio la confianza para retomar una carrera que iba en caída libre.
El delantero tuzo es capaz de exculpar al Pentapichichi del mal torneo de su equipo. Lo libra de toda responsabilidad, porque considera que los únicos que deben rendir cuentas son los jugadores. Ellos han fallado, no el estratega. Pide que no se juzgue al ocupante del banquillo blanquiazul.
«Hugo tiene que quedarse», sentencia y luego argumenta. «No creo que el Pachuca se ponga a meditar esa decisión [de cesarlo]. El grupo está muy contento con él, tuvimos un mal torneo, sobre todo al arranque, que ahorita nos está costando, pero todos estamos felices con él. La culpa [del mal torneo] es nuestra… de los jugadores», dice.
La temporada del Pachuca agoniza. Sánchez Márquez guió al club hidalguense a una temporada, hasta ahora mediocre, de 18 puntos en 15 fechas. Llegó a tal nivel que si no gana hoy al América en el Estadio Azteca, su equipo quedará eliminado, a una jornada del final del Apertura 2012.
Y aún con el triunfo, los Tuzos necesitan combinaciones de resultados para mantenerse con vida.
Eso juega en contra del Penta. Jesús Martínez, jerarca pachuqueño, tenía altas expectativas, hoy incumplidas, en su técnico, por lo que el lugar 13 de la tabla ha puesto en su mente la idea de cambiar de timonel para la siguiente campaña.
Castillo enfatiza en que un cambio no sería lo ideal, porque el juego de los hidalguenses comienza a mejorar. Tarde, acepta el ariete, pero el ascenso es palpable.
«Sí, ya jugamos mejor contra Tigres. Lástima que ya se está acabando el torneo, pero el equipo ha mejorado mucho», presume firme.
[Central Deportiva]