«Me ganó bien. No hay excusas. Regalé media pelea y en el final pensé que no se levantaba, pero no alcanzó». A modo de balance por lo realizado arriba del ring, Julio César Chávez Jr., se disculpó e intentó desdramatizar la derrota en todo momento. Las huellas de lo que fue el combate estaban dibujadas en su rostro y en el alma, de lo contrario no hubiese repetido tres veces: «Quiero mañana mismo la revancha».
Esa, «revancha», fue la palabra más escuchada tras el histórico combate. «Siempre dije que cuando fuera campeón de los medianos pelearía con todos. A Julio César la revancha se la doy mañana mismo si quiere. Demostró que es un gran profesional», admitió Sergio Maravilla Martínez, flamante monarca de todos los medianos.
«Hice todo lo que tenía que hacer a lo largo de 11 rounds, en el 12 me acertó una mano y me tiró. Me levanté y sabía que iba a ganar esta pelea», acotó el nuevo campeón.
Junior reconoció sus errores. «Fallé en la primera mitad de la pelea, no tiraba. La prueba está que cuando comencé a tirar, Sergio, fue al suelo».
Chávez recordó que desde su rincón le pedían que tirara golpes, «pero el problema no era la esquina, sino yo que no hice lo que debía. Estoy listo para volver a trabajar mañana mismo y buscar la revancha. Así como lo tiré en el duodécimo, en la revancha yo sé que va a ser diferente», comentó el derrotado boxeador mexicano.
Así como Maravilla abrió las puertas de inmediato a un segundo enfrentamiento con Chávez hijo, dijo que «no voy a cambiar mi opinión sobre él. Es un profesional, su preparación lo llevó a hacer lo que hizo en 12 rounds, y a mí, mi preparación me llevó a hacer lo que hice», dijo el argentino.
No obstante, la posibilidad de otra pelea con Chávez, será cuestión de los representantes y de la promotora Top Rank.
Al filo de la medianoche se hablaba mucho de una posible velada en abril y en Las Vegas, con Martínez y Saúl Canelo Álvarez. EL UNIVERSAL, alcanzó a preguntarle al nuevo monarca argentino, si esa pelea se llevaría a cabo. «Eso no está en mis manos. Ahora descanso y después sí, a pensar en El Canelo o en el que siga».
Minutos antes, se le cuestionó si ahora sería el turno de enfrentar a Floyd Mayweather Jr., a lo que el monarca sudamericano no respondió y expresó que por el momento estará unos días de vacaciones y que posteriormente vería sus opciones para futuras peleas.
A Chávez le faltó decisión y golpes para contrarrestar a un rival que en la mayor parte del combate pareció superarlo.
«Sabe dónde pega, tiene experiencia, pero no lo sentí difícil. El problema fui yo, que desperdicié muchos rounds. Y en el final lo ví muy lástimado pero fue mi culpa que se levantara», acotó un contrariado Chávez.
Fue en ese último asalto, con garra y entrega, donde Chávez Carrasco demostró que es heredero legítimo de uno de los mejores boxeadores de la historia.
En esos minutos dramáticos estuvo a punto de retener su récord invicto´. Mandó a la lona a Sergio, por poco lo noquea, pero sólo terminó asegurándose el derecho a una revancha, en la que Maravilla, como lo volvió a decir antes de despedirse de esta ciudad: «Le voy a pegar otros 11 o 12 rounds más o 24 si hace falta».
[Central Deportiva]