Entre bromas e ironías, el actor, que estrena la serie anger management, dice que siempre es bueno escuchar opiniones diferentes
Charlie Sheen lleva representándose a sí mismo por casi 10 años, pues el ingenio, el sarcasmo y el humor son un sello característico del actor, además de que su nombre se ha preservado en los personajes que representa y que por última vez llevará a la pantalla chica.
«Hay muchas cosas que deseo hacer, no forzosamente relacionado con el negocio de los espectáculos; voy a convertirme en un crítico de televisión (dijo de manera burlona). Voy a ser un reclutador de besibol, cosas que para mí son fantasías, pero podrían convertirse en realidad, no lo sé. Y no quiere decir que no esté agradecido, he vivido una vida de ensueño, en televisión y cine, pero cosas que no tengan que ver con probar algo públicamente.
«Quiero bailar, pintar, leer más poesía, ver crecer a mis hijos, viajar por elección, no lo sé, ir a explorar. No quiero despertarme pensando en un número, el del rating o de taquilla», refirió sobre sus planes después de concluir su compromiso con Anger Management.
Este show, que se estrenará el 19 de julio a las 22:30 horas por el canal TBS Very Funny, marca el regreso de Charlie a la tv tras desvincularse de Two and a half men; Sheen dice sentirse halagado del recibimiento del público en este proyecto que involucra a gran parte de su familia: «hasta mi ex esposa está en él, es como un romance familiar», bromeó.
«Vi las reacciones de la gente que provocaron los promocionales en cable; se emocionaban de tenerme de vuelta en tv. Fue muy ferviente, una bienvenida global (a nivel Twitter)».
En esta ocasión representará a un terapeuta que, tras sufrir un accidente y dejar su carrera en el beisbol, busca retomar una profesión dedicado a tratar la ira y el mal humor, situación que en la vida real le favorece al encontrarse del lado opuesto del sofá, tras años de terapias.
«Estoy a favor de la terapia, claro; pasé un tiempo en psicoterapia y en el manejo de la ira, así que tengo la investigación para el programa -dijo en tono de chiste-, pero fue agradable estar del otro lado, en la silla y no el diván; la terapia es buena para alguien que está dispuesto a cambiar, o que desea escuchar una opinión diferente sobre sí mismo y su situación, y es generalmente un lugar natural para hablar, explorar algunos aspectos».
[Vanguardia]