Perros, delfines y caballos se han vuelto estrellas de la televisióny el cine; hoy reconocerán los ladridos más talentosos con el Collar de Oro
En el verano de 2009, Juan Manuel Bernal se enfrentó, durante el rodaje de la película Chicogrande, ubicada en la Revolución mexicana, a uno de sus mayores miedos: montar a caballo.
Semanas antes, un equino lo había tirado violentamente, en otra producción cinematográfica, y ahora debía ocupar otro para actuar.
“Y pasaron algunas cosas chistosas, como en la secuencia donde yo tenía que entrar primero a caballo (a cuadro) y cuando llegó el momento, ¡el animal caballo se quedó a tragar trigal!”, recuerda entre risas el actor.
Como sea, el caballo quedó inmortalizado en el cine y forma parte del gran mundo animal que se ha visto en la pantalla grande.
Hoy, para reconocer algunos de ellos, específicamente a los perros, se llevará cabo la primera entrega del Collar de Oro, dedicado a los caninos actores de 2011, galardón creado por el diario online Dogs News Daily.
Entre los favoritos destacan Uggie, de The artist, cuyos entrenadores ya anunciaron puede ser su última película, y Blackie, una perra doberman que caza niños huérfanos en La invención de Hugo, de Martin Scorsese, quien en su momento reclamó porque su perra no había sido considerada en los premios.
“Es algo interesante, en realidad los perros pueden hacer muchas cosas, como acrobacias, correr, saltar y demás”, dice vía telefónica Michel Hazanavicius, director de The artist.
“Pero en realidad (los animales) no pueden actuar porque no tienen ninguna expresión facial o una forma de reaccionar físicamente, pero uno intenta sustraer de los personajes su manera de tomar ciertas situaciones”, explica el cineasta acerca de Uggie, que en el filme a estrenarse esta semana en México, siempre salva a su amo.
En el cine nacional, el más famoso canino es Cofi, el rottweiler de Amores perros. Su personaje fue inspirado en la mascota que tuvo el escritor Guillermo Arriaga; el animal era una de las estrellas del entrenador Larry Casanova, y tenía un doble para no exponerlo en las escenas de peleas.
Pero el can no era violento como se veía en el filme y también trabajó en La intrusa, telenovela protagonizada por Gabriela Spanic.
En el ámbito marino o anfibio, los animales también tienen su historia.
La delfin protagonista de la famosa serie Flipper tuvo un final trágico: murió en manos de su entrenador Rick O’ Barry.
“No sabía que hay sólo tres cosas que matan a los delfines: nuestra contaminación, nuestra pesca y el cautiverio. A ella un día la vi mal, entré a tocarla y entonces dejó de respirar, se dejó morir”, narra el hoy cineasta en una entrevista telefónica con EL UNIVERSAL.
Y si alguien visita a los Gurza, familia que durante décadas ha proporcionado animales a cintas nacionales y extranjeras, podrá ver la piel de un cocodrilo de tres metros que, durante la filmación deDos bribones tras la esmeralda perdida (protagonizada por Michael Douglas), casi le arranca la mano a uno de ellos.
“La tengo como recuerdo”, explicó en su momento Miguel Gurza.
[El Universal]